Santiago, 16 de septiembre. El movimiento estudiantil chileno convocó a un paro nacional para el jueves y a movilizaciones, luego que el gobierno derechista de Sebastián Piñera rechazó dos de las principales garantías solicitadas por los jóvenes para abrir las mesas de diálogo que propusieron las autoridades.

Al quedar de nuevo en punto muerto las pláticas tras cuatro meses de protestas en demanda de reformas en la educación pública, las partes se acusaron mutuamente de intransigencia.

El ministro de Educación, Felipe Bulnes, dijo que acá son los más intransigentes los que terminan prevaleciendo, y que de las cuatro exigencias de los estudiantes para dialogar sólo aceptan dos: transparencia en la negociación con actas públicas de las reuniones y la fiscalización para que se cumpla la ley que prohíbe el lucro en las universidades privadas.

En cuanto a las otras dos contrademandas, indicó que no se puede flexibilizar el cierre del semestre académico fijado para el 7 de octubre porque no son reglas del gobierno producto del conflicto. Aseveró que tampoco es justo frenar los dos proyectos de ley que el Ejecutivo envío al Congreso sobre educación, que no han sido consensuados con los estudiantes.

Provocación, la respuesta

Ante el rechazo gubernamental a las demandas mínimas para sentarse a dialogar, los líderes de los estudiantes de secundaria y las universidades calificaron esa respuesta de provocación.

El vicepresidente de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Francisco Figueroa, dijo que el gobierno vuelve a romper la posibilidad de diálogo.

Si el gobierno de Sebastián Piñera no quiere ceder esas cosas tan básicas para que haya diálogo, pasará a la historia como el mandatario que no quiso escuchar lo que su país está demandando, apuntó el líder Giorgio Jackson.

Otros líderes pusieron incluso en duda los dos puntos aceptados por el gobierno, y admitieron que quedamos golpeados tras conocer la respuesta a sus demandas.

En ese contexto, asambleas de la Confech ratificaron su llamado a paro nacional para el jueves, una manifestación para el día 29, fecha en que se enviarán al Congreso los proyectos de ley para el presupuesto 2012, y otra movilización para el 7 de octubre, día en que se entregarán los créditos a las universidades que hayan cerrado el primer semestre.

Varias universidades están a las puertas de la insolvencia pues ante el conflicto los estudiantes han dejado de pagar sus cuotas, mientras que miles de jóvenes de secundaria y universitarios están en riesgo de perder el año escolar.