También fueron sentenciados otros cuatro destacados dirigentes separatistas
Sábado 17 de septiembre de 2011, p. 20
Madrid, 16 de septiembre. El dirigente de la izquierda separatista radical vasca Arnaldo Otegi fue condenado por la Audiencia Nacional española a 10 años de cárcel, acusado de intentar reconstruir la plataforma política de la ilegalizada coalición aberzale Batasuna por instrucciones de ETA
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También fueron condenados los destacados líderes separatistas Rafael Diez Usabiaga, Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto. La magistrada Ángela Murillo, que fue acusada de falta de parcialidad
por el Tribunal Supremo en otro proceso judicial contra Otegi, fue la presidenta de la sala responsable de esta nueva condena, que también incluye la inhabilitación para un cargo público en los próximos 10 años.
A pesar de la sentencia adversa y de la desazón que provocó en la izquierda abertzale la noticia, el propio condenado expresó, a través de una cuenta en Twitter, que nadie abandone este camino porque vamos a ganar
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El proceso sentó en el banquillo a la supuesta cúpula de un nuevo proyecto político de la ilegalizada Batasuna, denominado Bateragune, que –siempre según la versión de la policía española– incluía al propio Otegi, además del ex secretario general del sindicato LAB Rafa Diez Usabiaga, Amaia Esnal, Sonia Jacinto, Txelui Moreno, Arkaitz Rodríguez, Mañel Serra y Miren Zabaleta.
Todos ellos fueron detenidos el 13 de octubre de 2010 en un operativo ordenado por el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, hoy en calidad de suspensión cautelar
por tres supuestos delitos de prevaricación.
El tribunal español llegó a la conclusión de que los detenidos intentaron reconstruir la coalición abertzale bajo el amparo y las instrucciones de ETA, que entonces se encontraba activa. El pasado 10 de enero, la organización armada vasca decretó el alto el fuego permanente y “verificable.
La sentencia –a la que todavía cabe un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo– fue firmada por la misma magistrada Murillo, que condenó de forma injusta
–según la sentencia del órgano judicial– a Otegi, quien después fue absuelto por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo por su participación en un acto en memoria de un miembro de ETA.
En la resolución judicial del llamado caso Bateragune, la sala de lo penal argumenta que Otegi y el resto de los condenados alentaron a que otros miembros utilicen medios violentos e intimidatorios destinados a imponer sus tesis radicales y amparadoras de la lucha armada, mereciendo por ello el calificativo de grupo u organización terrorista, como es la organización terrorista ETA
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La sentencia, de 144 páginas, considera probado que los condenados participaron de forma activa en fomentar la utilización de la violencia por cinco supuestos indicios, entre ellos las diversas reuniones que mantuvieron en la sede central del sindicato LAB –habituales entre los dirigentes de la izquierda abertzale–, así como dos viajes a Francia para, en teoría, hablar con gente próxima a ETA y conocer su punto de vista sobre un proceso de reconstrucción del discurso de la izquierda abertzale, que concluyó con un rechazo sin ambages
al uso de la violencia por parte de ETA.