El lunes se develará la estatua del cantautor en andenes de Balderas, a 26 años de su muerte
La escultura surgió de la necesidad de preservar ciertos ideales, señaló
Para la elaboración, el artista tuvo que recurrir a la memoria de amigos cercanos y familiares de El Profeta del Nopal
Sábado 17 de septiembre de 2011, p. 7
A un año cuatro meses de que se lanzó la campaña Una Llave para Rockdrigo, cuyo propósito era reunir bronce para realizar una escultura al músico rupestre Rodrigo González, el próximo 19 de septiembre, cuando se cumplan 26 años de la muerte del cantautor, víctima del terremoto de 1985, se develará la obra hecha por el artista Alfredo López Casanova en la estación Balderas del Metro.
En entrevista con La Jornada el artista jalisciense rememora: “Desde que lanzamos la convocatoria Una Llave para Rockdrigo, el 24 de mayo del año pasado, en la cual nos acompañó el videoasta Sergio García, como integrante del comité, han ocurrido muchas cosas: colocamos los centros de acopio en los Faros y otros espacios para la recolección del bronce; organizamos un concierto de difusión en el Teatro del Pueblo, el 28 de agosto del año pasado, donde participaron León Chávez Teixeiro, Paco Barrios El Mastuerzo, Roberto González, Fausto Arrellín y su grupo FBI, y Rafael Catana, entre otros.
Por esos días tuve una casualidad afortunada: previo al concierto me encontré en la calle a Inti Muñoz, director del Fideicomiso del Centro Histórico, quien se interesó mucho por el proyecto. De esta manera lo presentamos al Fideicomiso, cuyo apoyo fue fundamental y decisivo para hacer realidad la escultura.
López Casanova agrega: “Posteriormente se realizaron los conciertos de homenaje, como todos los años, en el Centro Cultural José Martí, donde Sergio García iba presentar su película El cantar de los cantores, pero no llegó, porque esa misma noche nos enteramos de que había fallecido. Este hecho lamentable me hizo decidir que si la obra se hacía, estaría dedicada a Sergio, por su aporte al cine, muy valioso e importante, y a mi parecer poco valorado hasta el momento. Y bueno, por supuesto, al interés que mostró cuando le presentamos el proyecto y al entusiasmo con que le entró”.
A partir del recuerdo
El artista recuerda: “La escultura pasó por muchas variantes en la medida en que me acercaba al personaje. Conocía la música de Rockdrigo, pero no a él salvo por fotos y videos. La primera fase fue un boceto que se conoció, una figura... recordarás el año pasado, una figura un tanto formal, muy recta y seria, que parecía integrante de cualquier trío musical. En esa figura se recordaba con un suéter. No sé, por qué, pero me clavé con la imagen del video de su canción No tengo tiempo de cambiar mi vida, donde lleva suéter.
“Después, días antes del concierto en el Teatro del Pueblo, tuvimos una reunión en el taller con Inti, El Mastuerzo, Teixeiro, Fausto y Roberto González, para presentarles el primer boceto. Allí empezaron a nacer los cambios de la escultura tomando en cuenta los recuerdos de cada uno.
“En septiembre pasado, después del homenaje, también vino al taller Genoveva González (su hermana), y me contó sus recuerdos de la imagen de Rockdrigo. En una cajita me trajo los lentes que usaba. Entonces estuve recibiendo muchos datos y pistas, pero finalmente asumo el resultado final, porque me decidí por la figura del Rockdrigo con una flexión en las rodillas, pantalón y chamarra de mezclilla, un gesto de la figura completa diferente. Aparece un Rockdrigo en movimiento; El Profeta del Nopal en acción, muy echado para adelante, como tocando una rola.”
Para López Casanova en el proceso de elaboración de la escultura de Rockdrigo nada fue fácil; se movía en escenarios, digamos alternativos, no era famoso ni reconocido, entonces tampoco había muchas fotos específicas o apropiadas para hacer una escultura. Había que agarrar de aquí y de allá, congelar imagen de video, etcétera... Los primeros meses pensé que no había condiciones para realizar el proyecto, pues la campaña no levantaba y no teníamos respuesta o interés de las primeras instancias a las que lo presentamos. Después cambió el panorama, la idea prendió y nos fuimos derecho, sin ninguna duda y con la certeza en la realización.
Para el escultor, es importante haber realizado esta escultura. “Me lo he preguntado en estos casi dos años de aventura con la cercanía de Rockdrigo. Me interesó porque el proyecto nació como iniciativa de la banda roquera, de los chavos que vienen a los homenajes que le organizan cada año.
“Hice esta escultura con la idea de reivindicar a alguien que sentimos como nuestro. Es siempre la lucha de la memoria contra el olvido. Es la necesidad de mantener vivos ciertos principios, ciertos ideales, de mantener siempre el cuestionamiento de lo que creemos que está mal y decirlo también a través del rock urbano, como hizo Rockdrigo”.
López Casanova recordó: “Un sábado previo al concierto del Teatro del Pueblo, estaba un chavo viéndonos pegar los carteles de la tocada. Se entusiasmó mucho, pues creyó que por fin iba conocer a Rockdrigo en persona.... Otra experiencia que viví fue que otro chavo de no más de 17 años vio el cartel en Internet, pero en la ciudad de Torreón. Hizo volantes en fotocopia, juntó llaves en su mochila con los amigos de su escuela, tomó un avión el mismo sábado del concierto y llegó todo agitado para ver a sus ídolos y para colaborar para la escultura; esos son fanáticos.
“Además, en el tiempo de construcción de la escultura se publicó un libro con un estudio antropológico sobre las canciones de Rockdrigo y la ciudad. ¿Por qué, a la par de la escultura, hay interés en llevar al cine una historia de ficción sobre su vida? Quizás una respuesta provisional y apresurada es porque su obra es vigente, porque apela a valores encarnados también en una actitud consecuente ante la vida. Y hoy, en medio de este gran vacío, en esta inmensa crisis y esta estúpida guerra, los jóvenes buscan en el pasado, pues ven el presente desastroso y sin esperanza”.
Lo sostiene con su obra
Durante el proceso de elaboración López Casanova descubrió de Rockdrigo que lo más importante fue que no es un mito a capricho de alguien o una construcción deliberada. A él lo soporta la calidad de su obra, la solidez y contundencia en la construcción de su discurso y la coherencia en su vida
.
Finalmente, el escultor informa: “La escultura de Rockdrigo González se instalará en los andenes de la estación Balderas del Metro, cerca de la placa con la letra de la canción que instalaron hace algunos años. Hacer esta escultura fue para mí como un viaje al pasado, para reafirmar que en nuestra búsqueda no estábamos tan perdidos. Escuché la música de Rockdrigo en 1987, y me decía unas cosas... hoy la vuelvo a escuchar y me parecen muy actuales. Habrá que preguntarle a los jóvenes qué les significa su obra. Como escultor fue un reto muy complicado por la falta de material adecuado, pero resultó ser una experiencia muy enriquecedora, pues me abrió caminos para buscar nuevas soluciones técnicas a futuros proyectos.
“En síntesis hay que darle la bienvenida a El Profeta del Nopal, que ahora sí llegó para quedarse.”
La develación se realizará el 19 de septiembre en la estación Balderas del Metro, a las 13 horas. Además se realizarán varios homenajes al músico rupestre, como el el hoy a las 11 horas, en el Foro José Martí, y el de mañana domingo, donde se colocarán ofrendas frente al edificio donde murió, en la calle de Bruselas, esquina con Liverpool, en la Zona Rosa, a partir de las 11 horas. Más informes y la página www.rockdrigo.com