París, 14 de septiembre. Entre risas, el actor francés Gerard Depardieu explicó, sin disculparse, su decisión de orinar en un frasco a bordo de un avión que iba de París a Dublín, el mes pasado. Dijo que no es un monstruo, sino un elefante.

El actor, de 62 años, causó la cancelación de un vuelo de CityJet luego que el frasco se derramó en la cabina de pasajeros, poco después del despegue. En entrevista con CNN, declaró que una sobrecargo le negó el permiso de usar el baño.

“No soy un monstruo. Soy sólo un hombre que quiere orinar… No entiendo por qué me bloqueó la puerta –dijo, riendo–. Le dije, ‘Madame, tengo que orinar mucho. Tengo que ir a mear. Me duele. No soy un terrorista, sólo quiero orinar’.” Como la sobrecargo volvió a negarse, el actor tomó un frasco vacío y atendió su necesidad. Fue hermoso. Duele mucho, explicó el actor en un inglés un tanto torpe.

Sufre problemas de próstata, según amigos

“La botella era demasiado pequeña –añadió–. Yo soy un elefante… Le dije: ‘No se preocupe. Yo limpio’.”

Depardieu negó que estuviera bebido. Amigos suyos declararon que tiene un problema de próstata.

El actor viajaba a Dublín para filmar escenas de una nueva película de Astérix, en la que representa a Obélix, el gigantón compañero del minúsculo pero recalcitrante galo. Él y su coestrella Edouard Baer ya han producido un video humorístico en el que Depardieu, vestido de Obélix, aparece en un avión insistiendo en su derecho de comer un jabalí antes del despegue.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya