Bruselas, 14 de septiembre. El jamaiquino Usain Bolt, el hombre más rápido del planeta, quiere conseguir la mejor marca del año en la prueba de 100 metros en la última etapa de la Liga de Diamante, este viernes por la noche en Bruselas.

El plusmarquista mundial del hectómetro (9.58) ganó el pasado martes en la reunión de Zagreb, pero con un crono de 9.85 que lo dejó insatisfecho porque no pudo conseguir la mejor marca de 2011, que continúa siendo la de 9.78 obtenida por su compatriota Asafa Powell el 30 de junio en Lausana (Suiza).

Me siento bien y creo que tengo el crono más rápido de la temporada en mis piernas, declaró Bolt a su llegada a la capital belga.

En 2008, en su regreso de los Juegos Olímpicos de Pekín, donde fue la gran estrella, el 5 de septiembre de ese año consiguió un tiempo de 9.77, con viento en contra de 1.3 m/s, en una noche fría en el estadio rey Balduino, el antiguo Heysel.

En esta ocasión, Bolt, doble campeón mundial –en 200 metros y en el relevo 4x100) en el reciente Mundial de Daegu, no tendrá que enfrentarse a su compatriota Yohan Blake, el hombre que ganó el oro en los 100 metros en la ciudad sudcoreana, después de que el gran favorito fue descalificado por una salida en falso.

Blake pareció confirmarse después como la estrella emergente de la velocidad, consiguiendo en dos ocasiones cronos de 9.82 después del Mundial; primero en Zurich y luego en Berlín, pero en Bruselas no estará en laa prueba de 100 metros, sino en la de 200.

Glenn Mills, entrenador de los dos mejores velocistas del mundo en la actualidad, quiere evitar una confrontación entre Bolt (25 años) y Blake (21).

El llamado Relámpago, a propósito de su descalificación en el Mundial de Daegu, recordó que fue la ansiedad y el entusiasmo lo que lo empujaron a la salida en falso: Estaba un poco desconectado. No era yo mismo. La ansiedad tomó lo mejor de mí. Yo quería salir, deseaba correr. No me sentí así nunca antes de una carrera, confesó Bolt en una conferencia de prensa.