Earl Anthony Wayne presentó ayer sus cartas credenciales como embajador de Estados Unidos y reconoció que existe angustia y ansiedad por la situación en México, por lo que prometió trabajar muy de cerca con las autoridades del país para incrementar la seguridad, tanto de los empleados de la delegación diplomática como de los ciudadanos de México.

El sucesor de Carlos Pascual –quien dejó el cargo en marzo tras su desencuentro con el presidente Felipe Calderón por criticar la falta de coordinación entre las fuerzas armadas de México en cables diplomáticos revelados por Wikileaks– señaló que los embajadores de todo el mundo, incluidos los de México y Estados Unidos, encuentren caminos apropiados para mantener informados a sus gobiernos y construir su relación con otros países.

Al preguntarle qué aplicará de su experiencia como representante de Washington en Afganistán, declaró que México es muy distinto de ese país asiático, aunque ofreció aplicar las lecciones aprendidas ahí, de trabajar con los equipos de los países anfitriones para resolver problemas difíciles.

Earl Anthony Wayne entregó sus cartas credenciales al presidente Felipe CalderónFoto Presidencia

Casi seis meses después de la renuncia de Pascual, Wayne presentó sus cartas credenciales al mandatario mexicano junto con otros seis embajadores en el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos. Al salir leyó un texto en el que afirmó que la agenda bilateral es mucho más que sólo seguridad, y señaló que la relación entre ambos países es única y por tanto deberán mantener una responsabilidad compartida en los retos de ambas naciones.

Maestro en Ciencias Políticas por la Universidad de Princeton y Stanford, Wayne ofreció trabajar con México para detener el cruce fronterizo ilegal en ambas direcciones, de armas y explosivos, de narcóticos, de dinero ilícito, de personas, de cosas negativas y gente nociva y de todos los demás bienes que el crimen organizado pasa de contrabando y que causan tanto daño a ambos pueblos.