Durante más de cinco horas, unos 300 pistoleros ocuparon ayer la cabecera municipal de Juchipila, ubicada a unos 200 kilómetros al suroeste de la capital de Zacatecas, para “limpiar de zetas” esa región, según habrían advertido a policías municipales y ministeriales que se encontraban allí, informó Arturo Nahle García, procurador de Justicia del estado.

Los sicarios viajaban en grupos de ocho en unas 40 camionetas de doble cabina, las cuales traían pintados en los parabrisas y puertas laterales los letreros CU (presuntamente cárteles unidos) y CDG (cártel del Golfo).

El funcionario explicó que desde las 7:30 los habitantes de esa población, de unos 8 mil habitantes, reportaron el arribo de los sujetos armados, quienes se dirigieron a la presidencia municipal, a la comandancia de Seguridad Pública y a las oficinas del Ministerio Público, cuyos ocupantes fueron advertidos de que no interfirieran con la labor del grupo armado.

La bronca no es con ustedes, así que no se metan, les habrían dicho, dijo el procurador. Agentes y funcionarios se mantuvieron acuartelados, mientras que los habitantes no salieron de sus casas ni abrieron negocios y escuelas.

Nahle dijo que la dependencia a su cargo reportó al Ejército Mexicano y a la Procuraduría General de la República (PGR) la presencia del grupo armado, por lo que la milicia y la policía estatal patrullan el municipio, aun cuando los hombres armados se fueron después de las 13 horas.

Por otra parte, pobladores de Uruachi, localidad de unos ocho mil habitantes de la sierra norte de Chihuahua, se están armando y cerca de 30 de ellos se unieron al Ejército en un enfrentamiento ocurrido el pasado fin de semana contra unos 70 integrantes del crimen organizado, de los cuales cinco fueron detenidos, cuatro de ellos heridos, informó este martes el presidente municipal, Aldo Alejandro Campos Rascón.

Hace aproximadamente ocho meses un grupo de sicarios se asentó en el poblado de Jicamórachi y desde entonces no han cesado los enfrentamientos. Desde aquí se ven los hombres armados que están en las montañas, y lo peligroso es que la gente del pueblo se está armando para enfrentarlos, dijo.

Los pobladores tienen la ventaja de conocer mejor que el Ejército la sierra y los lugares donde podrían esconderse los criminales, dijo.

Muertos, federales levantados

En la comunidad Estancia de Ánimas, municipio de Villa González Ortega, unos 60 kilómetros al sureste de Zacatecas capital, fueron localizados los cadáveres de Jorge Waldo Reyes y Mario Alberto Adame Villalba, los policías federales que fueron levantados el 7 de septiembre pasado por presuntos zetas en el municipio de Luis Moya. Ambos fueron encontrados aún con su uniforme.

Momentos antes fueron localizados, a unos 600 metros de ellos, los cadáveres de otros cuatro hombres, maniatados y con el tiro de gracia. Al fondo de una barranca de la capital del estado fue localizado el cadáver de otro hombre.

Además de estas siete muertes, otras 40 personas perdieron la vida en ejecuciones o en enfrentamientos del crimen organizado o con las fuerzas de seguridad: 13 en Guerrero, nueve en Chihuahua, cuatro en Jalisco, cuatro en Veracruz, dos en Coahuila, dos en Nuevo León, dos en Morelos, dos en Tamaulipas, uno en Sinaloa y uno en Baja California.