Lejos de privatizarlos o tratar de limitarlos, este proyecto da vida por los próximos 30 años a una empresa que vale la pena, dijo Manuel Gameros Hidalgo, director de los Estudios Churubusco, donde se construirá un edificio de posproducción que contará con nuevos laboratorios. Ayer, junto con Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), presentó este proyecto, que asciende a 240 millones de pesos (30 de ellos destinados a la innovación tecnológica), con el fin de consolidar una entidad pública y de servicios fílmicos a la altura de cualquier compañía internacional.

Este lanzamiento, como lo adelantó La Jornada el 24 de agosto pasado, engloba y resuelve los problemas de los Estudios Churubusco, como es lo obsoleto de los edificios (que se tirarán: el Luis Buñuel y el Tin Tan, que eran de camerinos y se habilitaron como oficinas de producción), el déficit con el que recibió a la entidad, de 29 millones de pesos, hecho que es investigado por el órgano de control interno, así como el conflicto con los habitantes de la colonia (Country Club) por la falta de estacionamiento. Esto ayudará a la empresa a resolver sus compromisos económicos, aseguró Gameros Hidalgo, quien recibió la dependencia hace nueve meses.

Agregó: Ofreceremos a los clientes un laboratorio fotoquímico y uno digital. Hoy, la posproducción se hace en tres edificios, por lo que se arriesga el producto, pero con las nuevas instalaciones, se estará en un sólo bloque conectado a las sala THX. Los productores tendrán acceso total a ese edificio, diseñado por los arquitectos Saidee Springall y Jose Catillo, del despacho Arquitectura 911sc, por invitación directa del CNCA. Su inauguración está planeada para octubre de 2012.

El nuevo edificio tendrá cuatro plantas, un laboratorio digital de 2 mil 800 metros cuadrados, bodegas de servicio y oficinas para la producción, así como depachos a los que será trasladado el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), que paga por sus oficinas en la avenida Insurgentes una renta mensual de 12 millones de pesos. No significa que acá no pagarán renta, aseguró Consuelo Sáizar, quien agregó que no se trata de un lanzamiento estético, sino de un proyecto de fondo.

El nuevo rostro de los Churubusco prevé, como dijeron las dependencias involucradas, la construcción de un inmueble nuevo. Se creará un laboratorio digital que permitirá completar el proceso de posproducción de las cintas, lo que ayudará a los productores a concluir sus filmes dentro del país. Habrá instalaciones para el revelado fotoquímico tradicional, certificado por una compañía internacional, en un ambiente hermético y controlado.

Otras ventajas, aseguraron Gameros y Sáizar, es que se crearán 216 lugares de estacionamiento más los 210 ya existentes. Se plantarán 50 árboles para llegar hasta 90, actualmente sólo hay 40. El edificio tendrá una arquitectura original y creativa, dotada de una azotea verde.

La finalidad: hacer de los Estudios Churubusco una empresa rentable, sin abandonar el carácter social que siempre ha tenido.

Estas acciones, dijo Gameros Hidalgo, garantizarán a la empresa afrontar los retos del futuro y es un tranquilizante para invertir en los estudios. Nos hemos puesto a tabajar para vender más. Vivimos de las ventas; llevamos 9 millones de pesos arriba. Hay que recordar que el edifico actual de oficinas para la producción era de camerinos y se transformó, con las limitantes de ser inmuebles de 60 años que se han estado interviniendo a lo largo de éstos, pero que no resuelven los problemas. También se hará un acceso controlado por calzada de Tlalpan.

Sólo tres inconformes

Para Consuelo Sáizar es un gran paso para contar con estudios dignos de la tradición de nuestra industria. La mejor manera de detener la privatización es trabajar con resultados claros y que sirvan a la comunidad. Insistió en que uno de los desafíos era preservar el legado fílmico: tenemos que preservarlo digitalmente, y renovando los laboratorios será la mejor manera. Nos proponemos trasladar acá las oficinas del Imcine ,buscando esa conversación informal entre los participantes de la cadena productiva.

Antes de la salida del proyecto, algunos productores inquilinos en los estudios expresaron cierta inconformidad con el proyecto, sobre todo por el cambio en sus contratos de arrendamiento en las instalaciones. Realmente (los inconformes) son tres inquilinos de los alrededor de 122 clientes que habitan el edificio de camerinos, aclaró Gameros Hidalgo, secundado por Sáizar: Hacer proyectos así es complicado. Ruego y apelo a la generosidad de esas personas porque esto beneficia a un país. No saben lo que es conseguir el presupuesto en Hacienda, trabajar el proyecto y llevarlo a cabo. Estamos en el principio y ojalá no se complique.