El Cairo, 5 de septiembre. El ex presidente de Egipto, Hosni Mubarak, fue presentado hoy en camilla en la tercera audiencia del juicio en su contra por corrupción y asesinato de manifestantes durante la rebelión popular de enero y febrero pasados, que lo depusieron. Los testimonios presentados no arrojaron evidencias de que el ex gobernante haya ordenado tirar a matar a las personas que protestaban.

Mientras se desarrollaba la audiencia se produjeron enfrentamientos, dentro y fuera del tribunal, entre partidarios y adversarios del ex mandatario, que dejaron una docena de heridos, mientras la policía detuvo a 20 personas.

Esta tercera audiencia estaba destinada a determinar la responsabilidad de Mubarak en la muerte de manifestantes durante la revuelta de principios de año, que condujo a su renuncia el 11 de febrero, después de 30 años en el poder.

El primer testigo en subir al estrado fue el responsable de los servicios de comunicación de las fuerzas antidisturbios, Husein Saeed Mohamed Mursi, quien dijo que la policía recibió instrucciones de usar gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes la noche del 25 de enero, cuando comenzaron las protestas contra Mubarak, señaló la televisión estatal, pero no se precisó quién dio la orden.

Los otros tres testigos son agentes de la policía que estuvieron en la sala de operaciones durante los18 días de protestas.

Mubarak, de 83 años, padece problemas cardiacos y de depresión, por lo que fue llevado en camilla a la jaula de metal, donde se sitúan los acusados.

Es el primer ex dirigente árabe en ser juzgado en persona desde que comenzaron las revueltas en varios países de la región, a principios de año.

En esta ocasión, el juicio no fue televisado en directo por orden del presidente del tribunal, Ahmed Refat. Los abogados defensores consideraron que con la prohibición se pretendía evitar que los testigos se vieran influidos entre sí o por la opinión pública.