En cada secuencia de la película Zona sur, la cámara gira inexorablemente. Se trata de un retrato de la clase alta paceña, con el que el realizador Juan Carlos Valdivia pretende mostrar a una familia en un momento en que Bolivia ha elegido efectuar grandes cambios sociales.

Hablada por momentos en aymara, la cinta, que se estrenó el pasado viernes en México, aborda el tema de una región de Bolivia, país único, fascinante y en constante proceso de subversión. Nuestro subdesarrollo es doloroso. No tiene que ver con nada de lo que nos dicen nuestros políticos. Tenemos que reinventarnos. Pero primero tenemos que mirarnos y escucharnos de verdad, sin contaminantes, comenta Valdivia, quien dedicó la cinta a la pintora y escenógrafa mexicana Beba Pecanins.

En esta historia la vida transcurre sin mayores contratiempos en una gran casa rodeada de un hermoso jardín. Es un mundo maravilloso, una gran burbuja de comodidad, en la que conviven diversas esferas individuales: la madre, Carola, sus tres hijos, Patricio, Bernarda y Andrés, así como los habitantes aymaras de la casa, Wilson y Marcelina. El drama emerge lentamente, sin artificios narrativos, observando situaciones cotidianas hasta que las presiones internas y externas fuerzan la eclosión de la burbuja, señaló el cineasta, quien ha dicho que con este filme quiso indagar en sí mismo, entrar en su propia burbuja zen.

Parte de esa propuesta son las tomas circulares, que “enfatizan las burbujas individuales, las que se refiere Peter Sloterdijk en su trilogía de las esferas. La mayoría de las veces la cámara gira en sentido del reloj sobre su propio eje. Otras, dibuja círculos desde afuera, ya sea montada en un Dolly con rieles o colgada del techo, montada en un mecanismo construido para la película. Quería romper con el lenguaje dialéctico del cine que narra con la yuxtaposición de imágenes o que a veces sólo se limita a cubrir las acciones con variedad de ángulos”, explicó Valdivia, realizador de cintas como Jonás y la ballena rosada y American visa, y de series de televisión como La vida en el espejo.

En noviembre de 2005, comentó Valdivia, “después de ser un cinéfilo empedernido dejé de ver cine por completo. Advertía en mi película anterior, American Visa, destreza técnica, pero un estilo intercambiable. Entré de lleno en el invierno cinematográfico y Zona Sur nació en esta increíble cuarentena creativa. Es lo que llamo un Frankenstein familiar: hecha de retazos, de fragmentos de vivencias y de personas cercanas. Es personal sin ser autobiográfica”.

Zona sur sale con 11 copias, y se proyecta en la Cineteca Nacional, Cinemanía Plaza Loreto, Casa del Cine, Cinemagic (en sus complejos de Ixtapaluca, Monterrey, Ramos Arizpe y Córdoba, The Kjovy Company y Cine Lido).