Los resultados de cuatro años y nueve meses de gobierno calderonista son claros. Un decrecimiento del producto interno bruto (PIB) per cápita de 0.48 por ciento anual, un rotundo fracaso en la generación de empleo, pues en este lapso sólo se han generado 751 mil puestos permanentes; así como una caída real de 3.32 por ciento del poder adquisitivo de los salarios.

Economistas y politólogos coinciden en que Felipe Calderón dejará, en diciembre de 2012, un país más pobre de como lo encontró, más violento, sin empleos y sumido en una evidente crisis institucional.

Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) aseguraron que son los hechos y las cifras, no los análisis subjetivos, los que claramente reprueban su gestión, la que sin duda pasará a la historia como un sexenio perdido para el desarrollo de México.

Deterioro acelerado

José Luis Calva Téllez, catedrático del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, destaca que de 2007 a 2010, el crecimiento del PIB per cápita fue negativo, es decir, nos dejará un país más pobre de como él lo encontró, y las cifras sobre el incremento de la pobreza lo confirman.

Agregó que la economía mexicana sufrió un deterioro acelerado. En materia de empleos, de diciembre de 2006 a julio de 2011, generó 751 mil puestos de trabajo permanentes, es decir, nada, si lo que se requiere es crear al menos 1.3 millones fuentes de empleo anuales. En casi cinco años de gobierno, indicó, ni siquiera pudo cumplir con la meta anual.

Por separado, Celso Garrido Noguera, economista y profesor-investigador de la UAM, afirmó que la creciente pérdida de competitividad internacional de la economía nacional, el aumento de la pobreza y el deterioro en número y calidad de empleos ubican a México como una nación cada vez más rezagada en el mapa internacional.

Esto es resultado, apuntó, de que en cinco años de gobierno calderonista ha faltado sensibilidad, voluntad política, imaginación e incluso audacia para buscar alternativas reales para el desarrollo de la economía nacional. Seguimos como un país de ricos, pero lleno de pobres, con una elite política sin visión de futuro, que por décadas se ha dedicado a construir una verdadera bomba social.

Crisis insrtitucional

Telésforo Nava, politólogo y catedrático de la UAM, destacó que ante el absoluto fracaso del eje central de su administración, la lucha contra el narcotráfico, Felipe Calderón impulsó un creciente desprestigio de las instituciones, así como la consolidación de una clase política cada vez más ajena a los intereses de la sociedad.

En lo que resta de su sexenio, abundó, no podrá remontar el gran descalabro que ha significado su gestión para el sistema político mexicano, hoy sumido en el descrédito y la crisis institucional, lo que nos orillará nuevamente a equilibrios partidistas y políticos muy precarios.