Luego de los éxitos de las selecciones Sub-17 y el tercer lugar obtenido por la Sub-20 en Colombia, sólo falta que los jugadores tengan oportunidad en el primer plantel de sus equipos, y para ello debe reducirse el número de extranjeros, señaló Rafael Lebrija, ex presidente de la primera división.

El también ex directivo del Toluca y Atlas anotó: “Los chamacos han demostrado que sí pueden, pero ¡ábranles la posibilidad! Cuando fui presidente de la primera división logré que se bajara de cinco a cuatro el número de foráneos; sin embargo, a mi salida se pasó hasta seis contratados y cinco jugando.

“Algunos dueños dice que es bueno mantenernos con tantos extranjeros para ayudar al espectáculo. Yo pregunto: ¿cuál espectáculo?, si en cada partido vemos uno o dos en el banquillo... Es vox populi, un clamor que todos nuestros jóvenes tengan continuidad; no sé qué impedimento serio y valedero hay.

“Fue una buena labor en esos mundiales recientes, los equipos juveniles proyectaron alto nuestro balompié, qué bueno que se están haciendo bien las cosas en fuerzas infantiles, pero se pierde todo el trabajo cuando no tienen más oportunidad a la edad de 20 años.

Insisto, deben llegar al primer equipo y ahí está la problemática, explicó Lebrija, quien reveló que el dueño de TvAzteca es uno de los principales personajes negados a reducir el número de foráneos.

Algunos directivos dicen que en Europa se juega con ocho o nueve extranjeros, pero en nuestro continente la tendencia es otra, en Chile, Uruguay, Brasil se juega con escasos foráneos y esas selecciones han sabido mantener un sello, estilo y calidad con sus propios jugadores, expuso.

Reconoció que los éxitos de los equipos dirigidos por Raúl Potro Gutiérrez y Juan Carlos Chávez meten presión a la trastabillante Sub-22 de Luis Fernando Tena, cuadro que participará en los Juegos Panamericanos, a realizarse en octubre en Guadalajara.

En cuanto al Tri mayor, el ex federativo dijo que José Manuel de la Torre, invicto en 13 presentaciones, ha logrado conjuntar a su plantel, unirlo, motivarlo, les ha propuesto un sistema de juego y se ha visto un equipo con carácter, pero falta mucho trabajo para asegurar que ya tiene un estilo, eso se logra a través de los años y de mostrar consistencia.

Respecto al polémico tema de la disciplina, aseguró: Una concentración no es una cárcel, ¡no! Son chamacos con ganas de divertirse, pueden darles una hora de salida, ciertas facilidades. Pero si hay un reglamento debe cumplirse, concluyó.