Por el establecimiento de un mando único de agua en el valle de México con la finalidad de hacer más eficiente el servicio y que se haga cargo de todo el proceso de manejo del líquido, se pronunciaron el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege, y funcionarios del estado de México y Distrito Federal.

Durante la inauguración de los Diálogos por el cambio climático y las inundaciones en el valle de México, en la que participaron el secretario del Agua y Obra Pública del estado de México, David Korenfeld, y el titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre, Luege Tamargo sostuvo que la creación de una instancia como ésta corresponde al Poder Legislativo,

Korenfeld indicó en su intervención que se puede retomar y crear el mando único del agua sin perder tiempo, y que se podría comenzar por el tema del drenaje. Tenemos una visión acotada en algunas circunstancias que no permite compararse con lo que sería una visión de carácter metropolitano, dijo.

Aguirre Díaz indicó que un organismo de este tipo no podría operar las redes secundarias de agua potable y drenaje, porque esto es responsabilidad de los municipios.

Los retos en materia de protección a los ciudadanos frente a las inundaciones catastróficas exigen estrategias integrales con visión de largo plazo, cuya implementación demanda la suma de voluntades de sociedad y gobierno, sostuvo Luege Tamargo.

Para el valle de México, dijo que la principal estrategia es el Programa de Sustentabilidad Hídrica de la Cuenca, mediante el cual se establecen acciones para la recuperación hidrológica de la cuenca y se reducirá el riesgo de inundaciones para más de 22 millones de habitantes, con la construcción de obras de infraestructura que complementan el sistema de drenaje, entre otras.

Atribuyó las inundaciones al desorden en el desarrollo urbano, la deforestación y el manejo inadecuado de la basura. Esto, sumado al cambio climático, deben llevar a replantear las políticas relacionadas con el cuidado del medio ambiente y la manera de enfrentar los ciclones, que deben ser aprovechados como grandes transportadores de agua y no como generadores de desgracias.