La mujer, de 33 años, se hizo voluntariamente la prueba de ADN
Martes 9 de agosto de 2011, p. 24
Buenos Aires, 8 de agosto. Una mujer de 33 años se convitió hoy en la nieta 105 identificada por las Abuelas de Plaza de Mayo, anunció Estela de Carlotto, la presidenta de esta entidad dedicada a la búsqueda de hijos robados a desparecidos durante la dictadura que gobernó Argentina entre 1976 y 1963.
La joven es Laura Reinhold Silver, hija del matrimonio de Susana Silver y Marcelo Reinhold, secuestrados el 14 de agosto de 1977 en Haedo, oeste del Gran Buenos Aires, y llevados al centro clandestino de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma).
De Carlotto destacó este gran logro en la búsqueda de los niños robados dentro de un plan sistemático de las dictaduras –como se ha demostrando en el juicio que se adelanta en estos días– y señaló que fue la misma joven quien voluntariamente se presentó para realizarse el examen de ADN, ya que tenía sospechas sobre su verdadero origen.
Desearíamos que casos como éste logren conmover a aquellos que todavía dicen que no saben qué hacer
, dijo De Carlotto.
En junio de este año Laura se realizó los estudios en el Banco Nacional de Datos Genéticos, mediante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), y el 2 de agosto se informó que los datos de la joven coincidían 99 por ciento en la familia Reinhold-Silver.
Un día después se anunciaron los resultados y este lunes se efectuó la presentación junto a familiares de Laura, organismos de derechos humanos y sobrevivientes.
Se supo que cuando secuestraron a Susana –la madre de Laura– tenía cuatro meses de embarazo y la mantuvieron en la Esma engrillada y encapuchada. Vivió sus últimos meses de embarazo en el infierno de la Esma, donde se cuentan unas 5 mil personas desaparecidas.
En febrero de 1978 la llevaron al hospital Naval, donde nació la niña, que pudo estar unos días con su madre. Después regresaron a Susana a la Esma, donde ya tenían preparada una canasta con ropa de bebé, le dijeron que se la iban a entregar a la abuela, pero, al igual que hicieron con otros niños, fue entregada apor los militares a una familia que la registró como propia. Después de esto Susana y Marcelo, los padres, fueron desaparecidos.
El caso anterior al hallazgo de Susana, el que hubiera sido el nieto número 104, en realidad se conoció que la desaparecida Liliana Irma Ross había sido asesinada embarazada de cinco meses y medio. Y enterrada como NN en el cementerio de San Martín, donde la identificó el grupo de antropología forense.
Los últimos casos de jóvenes encontrados continúan reconstruyendo la historia del horror, que ahora se está documentado en el juicio contra los dictadores por el plan sistemático del robo de niños, de los cuales se buscan a unos 400 más.