Diputados federales de PRI y PRD advirtieron al gobierno federal que informe con veracidad si la calificación a la baja de la economía estadunidense tendrá efectos negativos en el corto plazo a las actividades económicas de México y qué medidas habrán de asumirse para contrarrestar las probables afectaciones. Coincidieron en que un nuevo golpe al raquítico crecimiento nacional generará una espiral de desconfianza y pobreza en todos los rincones de la República.

Sofía Castro, diputada por el PRI, consideró que los mensajes de la administración federal para serenar a los sectores productivos del país resultan escasamente creíbles porque rememoran los dichos de Agustín Carstens en 2009 cuando nos dijo que se trataba de un simple catarrito y terminamos en una neumonía.

La legisladora por el estado de Oaxaca recriminó a la administración federal porque alienta la idea de que la macroeconomía se encuentra muy bien, pero si ésta se ve amenazada de un día para otro deja en la indefensión a los pequeños productores y a los millones de asalariados.

La presidenta de la comisión de Vigilancia, Esthela Damián Peralta, observó con preocupación que ante la tormenta económico-financiera que se cierne sobre México, una vez que su principal aliado ha sido calificado a la baja por primera vez en su historia, no se anuncie un cambio en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde el señor Ernesto Cordero manifiesta una alta dosis de irresponsabilidad al poner por encima del interés del país su mezquina intención de convertirse en candidato presidencial del PAN.

Con dureza, la diputada Damián llamó a Felipe Calderón y sus subordinados a atender lo más importante que tiene el país, que no son sus variables macroeconómicas, sino el interés de millones de mexicanos que día a día observan cómo su poder adquisitivo y su menguada riqueza van a la baja. De no atender ese interés auténtico y verdadero continuaremos siendo testigos el desequilibrio social.

Jorge Roco García de Alba (PRI) coincidió con la demanda a las autoridades federales que el año de Hidalgo se convierta en el de la reconciliación de los gobernantes con la ciudadanía. Hasta ahora hemos observado cómo las autoridades y sus aliados, los empresarios más privilegiados, se han enriquecido sin consideración para los millones de pobres.