Damasco, 5 de agosto. Al menos 10 sirios murieron durante una protesta en el primer viernes de Ramadán, donde miles de personas pidieron apoyo a la comunidad mundial, mientras que investigadores de la Organización de Naciones Unidas (ONU) dijeron que las tropas sirias deben frenar el uso excesivo de las fuerzas contra los manifestantes.

Miles de sirios salieron a las calles de Damasco para protestar en contra el presidente Bashar Assad.

En un un nuevo balance comunicado por Rami Abdel Rahmane, presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, por lo menos 10 personas murieron a manos de las fuerzas de seguridad en las ciudades de Damasco y Homs.

Según activistas de derechos humanos, más de mil 500 civiles y 350 policías han muerto desde que comenzaron las protestas en Siria.

Los investigadores de la ONU, en un comunicado, pidieron al gobierno de Assad detener su campaña de represión, incluido el uso indiscriminado de artillería pesada, y buscar un diálogo nacional.

Estados Unidos, Francia y Alemania saludaron la declaración de la ONU, condenaron el uso de la violencia de Damasco y acordaron “considerar medidas adicionales para presionar al gobierno sirio.

En Yemen, fuerzas del gobierno chocaron con miembros de la agrupación tribal Hashed, que demanda la renuncia del presidente Alí Abdulá Saleh, mientras decenas de miles de opositores y partidarios de presidente yemení salieron a manifestarse a las calles tras el rezo del primer viernes del Ramadán.

En Túnez se produjeron enfrentamientos armados por segundo día consecutivo en Jbeiana, que se originaron por el robo de un coche, según el portavoz del Ministerio del Interior, Hichem Moueddeb.