Viernes 5 de agosto de 2011, p. 3
Francfort, 4 de agosto. La economía en Europa se detuvo, afirmó el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet. Lo que hasta el miércoles había sido una crisis financiera por los problemas de deuda en los países más pequeños de la eurozona, pasó a una crisis económica que amenaza con arrastrar a Italia y España.
Está claro que ya no estamos ante una crisis que afecta únicamente a los países de la zona euro, sino que es a nivel mundial
, afirmó por su parte el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en una carta dirigida a los representantes de la Unión Europea.
Admitió que las recientes medidas acordadas para ayudar a los países más pequeños del bloque no han logrado el efecto deseado en los mercados.
Trichet anunció que el BCE realizará una serie de medidas, entre ellas inyección de más capital a los bancos que lo requieran para evitar que la crisis de la deuda arrastre a Italia y España –dos de las principales economías del bloque– y llegue al corazón de la eurozona.
El anuncio desató el pánico de los inversionistas y desplomó las bolsas de valores europeas, que cayeron más de 3 por ciento.
Barroso pidió a los líderes europeos revaluar rápidamente
las capacidades del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, creado para ayudar a los estados en dificultades en la zona euro.
Hasta ahora, tres estados de la zona euro fueron objeto de planes de rescate por parte de la Unión Europea: Grecia (en dos ocasiones), Irlanda y Portugal.
Trichet indicó que la institución reanudó la compra de títulos de deuda de los países de la zona euro y abrió una línea de refinanciación excepcional para los bancos que carecen de liquidez en de la región.
El BCE llevaba sin comprar bonos de deuda soberana más de cuatro meses, por considerar que correspondía a cada gobierno adoptar las medidas necesarias para contener el avance de la crisis.
El organismo financiero anunció por otro lado una operación excepcional de refinanciación de bancos por seis meses a partir del 9 de agosto. La institución ya había procedido a este tipo de medidas para hacer frente a la crisis mundial, pero concluyeron a finales de 2009.
Prolongará hasta enero de 2012 la línea ilimitada de créditos para bancos, a tasa fija y por periodos hasta de tres meses.
Las acciones del BCE se suman a la medida del banco central de Japón que impulsó un programa de compra de activos a 15 billones de yenes (189 mil millones de dólares), una intervención para debilitar al yen y apoyar su economía exportadora. El gobierno japonés anunció que intervino este jueves en el mercado de divisas para debilitar su moneda, que se acercaba a su nivel más alto frente al dólar desde la Segunda Guerra Mundial.