Ciudad Juárez, Chih., 31 de julio. Ejidatarios de Huizopa, municipio de Madera, acusaron a la Minera Dolores (subsidiaria de la canadiense Minefinders) de despojo de tierras y de provocar enfermedades con la contaminación que genera al explotar oro y plata. Asimismo, calificaron de ilegal el usufructo de 2 por ciento de la ganancia que obtiene Liébano Sáenz Ortiz, pues no es ejidatario.

En cartas enviadas a periodistas, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Amnistía Internacional y los congresos estatal y federal, el profesor Dante Valdez Jiménez, vocero de los afectados, asegura que desde 2007 los ejidatarios han sido víctimas de autoridades “puestas al servicio de la empresa.

Ya nos vejaron muchas veces. En agosto de 2008 golpearon al suscrito y meses antes dos compañeros fueron detenidos por orden de la empresa y liberados horas después, reseñó.

De funcionario a millonario

Según el denunciante, “Minera Dolores y Sáenz Ortiz –ex secretario particular del ex presidente Ernesto Zedillo– se hicieron cómplices para robar a quienes denunciaron a las minas y son sus dueños originales: los ejidatarios Jesús Manuel González García, Miguel Ángel Morán Márquez y el finado Reynaldo Gámez Torres”.

Valdez Jiménez afirma que Sáenz maniobró para despojar a los dueños originales, quienes le entregaron documentación a fin de que fuera socio capitalista, y ahora “percibe utilidades millonarias por la regalía de 2 por ciento de las liquidaciones de fundición y facturas de compraventa de primera mano del mineral extraído, conforme al convenio que signó en 2006 con Minera Dolores ante el notario público 139 del Distrito Federal, Adrián R. Iturbide.

Desde 2007 los ejidatarios de Huizopa luchan por un trato digno de los tres niveles de gobierno, especialmente de la minera, radicada desde hace años en tierras ejidales, pues ha contaminado la zona e incentivó la división de poblaciones y grupos ejidales, además de sobornar funcionarios y censurar algunos medios de comunicación, agrega.

La filial de Minefinders pretende que no se conozcan sus derrames de cianuro de sodio y las enfermedades de la piel que ya son comunes entre los pobladores del Mineral de Dolores y Arroyo Amplio, añadió Valdez Jiménez.