Los datos difundidos ayer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reflejan la grave situación que enfrentan más de 52 millones de personas y muestran la necesidad de que México cuente con nuevas herramientas para luchar contra la pobreza, subrayó Amnistía Internacional (AI).

Alberto Herrera, director ejecutivo de AI México, demandó a las autoridades sumarse al Protocolo facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, lo que permitiría a la población vulnerable acudir a instancias internacionales para exigir sus derechos.

Senadores y diputados de PRI, PRD y PT criticaron la política social de Felipe Calderón, la calificaron de lápida que pesa sobre la mitad de la población y se pronunciaron por un nuevo modelo económico que combata realmente la pobreza y no sea sólo un paliativo.

En el PAN se justificó el desempeño del gobierno federal. El secretario de acción de gobierno del blanquiazul, Juan Molinar Horcasitas, pidió ver la película completa, ya que, aseguró, en la actualidad hay menos pobres que al término de la crisis de 1995.

El vocero de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Manuel Corral, señaló que las cifras indican la urgencia de poner otros mecanismos para llevar a cabo el desarrollo social que México requiere.

AI formuló un enfático llamado al Presidente para que sin mayor dilación signe el Protocolo facultativo, y al Senado para que lo ratifique ya.

Hace más de dos años, explicó, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó esta normativa internacional y la puso a disposición de los estados miembros para su firma. Desde entonces, ocho países de América Latina lo han suscrito: Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay y Uruguay.

En el Congreso, diputados y senadores priístas, perredistas y petistas advirtieron sobre la urgencia de realizar cambios en materia económica. El presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, escribió en su cuenta de Twitter: ante cifras que reflejan un incremento en la pobreza, sería mezquino aplazar las reformas que impulsen la economía y el empleo.

Sobre los datos que revelan el incremento de pobres de 48.8 a 52 millones en un bienio, el senador Pablo Gómez, del PRD, sostuvo que el panorama no cambiará mientras se siga con la misma estrategia económica.

El dato ya se conocía, casi la mitad de la población mexicana vive en pobreza y el problema estriba en que los gobiernos del PRI y del PAN no han hecho nada para solucionarlo y sólo optaron por paliativos que no resuelven de fondo la situación.

Los diputados priístas Sofía Castro y Jorge Rojo, el perredista Armando Ríos Piter y Amadeo Espinosa, del PT, coincidieron en que el rampante desempleo y el alto índice de pobreza no cambiarán mientras persista el modelo económico.

Ríos Piter, coordinador del PRD en San Lázaro, señaló que las cifras evidencian el colapso del modelo económico y de las erróneas políticas públicas en materia social. Es claro que Calderón es el Presidente del desempleo.

La diputada Castro calificó la política económica de lápida colocada sobre los más de 50 millones de pobres en México y consideró un despropósito y un acto de cinismo ramplón que el titular de Desarrollo Social salga a justificar ante los medios informativos que ya se esperaba un recuento tan deplorable.

El coordinador de los senadores del PAN, José González Morfín, dijo que el incremento de la pobreza deriva de la crisis 2008-2009, que pegó muy fuerte en el país.

Sostuvo que el aumento de la pobreza no tendrá efectos electorales negativos para su partido. Igualmente, Molinar Horcasitas descartó un posible costo político para el PAN, pues dijo que el gobierno federal aplicó políticas sociales que compensaron el impacto de la recesión económica. Si se revisa la evolución del tema, se puede observar que hay menos pobres hoy que los que dejaron los priístas después del error de diciembre de 2004, subrayó.

El subdirector de Radio y Televisión de la arquidiócesis primada de México, José de Jesús Aguilar, manifestó que esto indica que ni los gobiernos federal ni locales funcionan como se esperaba, ni tampoco la iniciativa privada, que no ha podido invertir para dar trabajos.