Guanajuato, Gto., 29 de julio. Los tiempos han cambiado y es necesario que las mujeres se inserten en posiciones importantes de la sociedad, pero algunas somos medio cachondas y cuando comienzan a escalar hacen lo que el marido les pide, dijo la actriz Isela Vega Durazo durante el homenaje que se le rindió en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato.

Con el paso de los años las mujeres siguen conquistando espacios en el cine, industria inventada por los hombres, manejada y programada por ellos, afirmó.

Han cambiado mucho los tiempos. Una vez me dio por dirigir, pero tenía que pedirle de rodillas al camarógrafo, a todos, que por favor hicieran las cosas y no me tomaban en serio, contó la actriz que fue considerada símbolo sexual en la década de los 60.

Las féminas, necesarias en la política y la cultura

Isela Vega reconoció el trabajo de las feministas que buscan que a las mujeres se le reconozca su valor.

Nos faltan en el mundo más administradoras de la política, la cultura, la ciencia, de todo. Si no fuera porque somos medio cachondas y luego nos emparejamos, y luego el viejo ya no nos deja hacer nada... eso es lo único que nos detiene, dijo la protagonista de La viuda negra, en la que compartió créditos con Mario Almada, recientemente homenajeado también en el festival de cine.

Las mujeres son como las películas de 35 milímetros, dijo, pues tienen muchos planos y superan al video que muy aplanadito, luego soltó una carcajada que contagió a los asistentes.

Tenemos una capacidad que llega hasta el infinito, al pensamiento y a todo el espíritu; todos los seres humanos, hombres y mujeres tenemos el síndrome de la compasión, expresó.

Hombres y mujeres deben ser compasivos porque eso los convierte en humanos, afirmó la actriz, símbolo sexual en la década de los 60Foto Carlos García

Los dos géneros humanos deben ser compasivos porque eso los convierte en personas, y la compasión la debemos experimentar cada día; los unos a los otros debemos vernos con amor, ser caritativos: que me importes tú y tú y tú, y que me importen todos, aseveró.

“Donde pongo mis ojos pongo el cariño. Ahí voy a dejar el cariño y a esa persona a lo mejor la hago vibrar.

Eso es lo que recomiendo para que podamos ir en mejoría, dijo Vega Durazo.

La actriz reconoció el trabajo que realiza el Festival Internacional de Cine Guanajuato porque se han preocupado por exhibir las operas primas, los documentales, el cine en corto y todo lo que está relacionado con este quehacer.

“Se preocupan por toda esa cultura, porque el cine es cultura. En él están todas la bellas artes; están la cultura y la literatura y las costumbres. Así podemos conocer a Corea y a su gente, ¡viva Corea!

Al mismo tiempo, nosotros externamos nuestra riqueza a otros semejantes. Ése es el cine, es maravilloso, expresó la actriz homenajeada.

Isela Vega reveló que pasó la mitad de su vida entre la ficción y la realidad, y ahora me encanta la realidad, me encanta. Quiero agradecer que me hayan considerado; es merecido el homenaje porque yo me la he pasado bomba, me la he pasado maravilloso.

A los 18 años de edad, Isela Vega Durazo fue princesa del Carnaval de Hermosillo, de donde pasó al modelaje.

Entre otros aspectos de su carrera, en 1960 ingresó a la pantalla grande con la cinta Verano violento, donde trabajó al lado de los actores Pedro Armendáriz, Guillermo Murray y Gustavo Rojo.

Después de varias películas se convirtió en símbolo sexual; en 1977 filmó La viuda negra, del director mexicano Arturo Ripstein.