Señala Cepal que existe más carga que en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Costa Rica
Persiste la incidencia en ocupaciones de baja productividad, señala el organismo
Domingo 24 de julio de 2011, p. 29
El número de dependientes económicos de un trabajador formal en México es mayor que en países de similar nivel de desarrollo, como Argentina, Brasil, Chile y Costa Rica, porque el desempleo afecta principalmente a sus jóvenes, indica una investigación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En el mercado laboral, explica, no sólo debe considerarse como dependientes a los niños y ancianos, sino también a desempleados y subempleados o trabajadores del sector informal e incluso jóvenes y personas que han decidido extender sus estudios, mientras que los trabajadores formales son los únicos económicamente independientes
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Así, en México, 40 por ciento de las personas que dependen de cada trabajador formal son ancianos y personas que pese a tener edad y condiciones para laborar están desempleadas o subocupadas en la informalidad, mientras que 60 por ciento restante son niños, jóvenes o estudiantes.
En cambio en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y Costa Rica, sólo 25 por ciento de los dependientes económicos son desempleados y subocupados, mientras 75 por ciento son ancianos, niños y jóvenes estudiantes, según el organismo regional.
Cepal advierte que entre las seis naciones analizadas la persistencia de grandes bolsones de empleo de baja productividad, la gran cantidad de personas inactivas entre los potenciales trabajadores y el desempleo reducen el potencial económico, que se mide en la relación que hay de trabajadores y sus dependientes
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Pero entre todas ellas, puntualiza, “la principal diferencia se produce en México. En primer lugar porque constituye una población más joven. En segundo término, porque una de cada tres personas en edad de trabajar no lo hace, posiblemente por fuertes limitaciones derivadas de las incompatibilidades entre los roles que se desempeñan en el hogar y en el mercado de trabajo. Y, finalmente, por cuanto entre aquellos que son activos persisten los problemas de subempleo más que los de desempleo –existe una incidencia de los empleos de baja productividad entre los ocupados”.
En contraste, en Brasil y Uruguay hay una persona por cada cuatro en edad de trabajar que no lo hace y aunque en Chile y Costa Rica se replica la misma proporción que en México, la Cepal lo atribuye a limitaciones culturales y la extensión de los ciclos educativos.
Si bien indica que el porcentaje de desempleados en México respecto de su población activa es la menor entre las naciones analizadas al llegar a 3.4 por ciento frente a cifras que van de 6 a 12.8 por ciento (según las últimas estadísticas comparables hasta 2008), rebasa a los otros países en cuanto a la proporción de personas que por tener ocupaciones de baja productividad se convierten en dependientes de los trabajadores formales.
Según las cifras de la Cepal, el porcentaje de trabajadores formales en México en empleos de baja productividad llega a 52.9 por ciento, mientras que en Brasil es de 44.9 por ciento, en Costa Rica de 42.9 por ciento, en Uruguay de 40.1 por ciento y en Chile de sólo 30.5 por ciento.
Sobre la dependencia de ancianos y niños, Cepal explica que por su población aún joven, los mayores de 60 años no tienen tanto peso en los trabajadores formales en México como ocurre en Uruguay donde se presenta el mayor grado de envejecimiento de las naciones analizadas, pero lo contrario sucede en cuanto a la población infantil.