Soy testigo y deudor del sistema de seguridad social
, escribe el autor de Caracol Beach
México es un país magnánimo, no sólo un territorio acosado por la violencia, expresa el narrador
Viernes 22 de julio de 2011, p. 6
El escritor cubano Eliseo Alberto, quien padece desde hace tiempo una enfermedad renal, lucha por su vida en el Hospital General de ciudad de México, tras recibir un trasplante de riñón, confirmó hoy su familia.
Los partes médicos son emitidos por su hija, María José, en una red social donde el autor de Caracol Beach, premio Alfaguara 2008, recibe numerosas muestras de cariño y mensajes de ánimo de sus amigos y lectores.
“Intensivamente hablando IV: sin novedad en el frente. Lichi está sedado, estable y en terapia. La noche ha sido normal y sus parámetros, también”, escribió hoy la hija del narrador nacido el 10 de septiembre de 1951 en Arroyo Naranjo, Cuba.
“Lichi sigue estable, luchando con su riñón y batiéndose contra su presión baja. Controlado, sedado, pero escuchando cada detalle de los buenos deseos de todos. Es un roble y seguro se montará en el crucero a escribir su última novela con todos sus personajes a bordo”, comentó un amigo de la familia que ayuda a dar las noticias más recientes de la salud del autor.
María José, quien vive con su padre en un departamento de la colonia del Valle, y María del Carmen, ex esposa de Eliseo Alberto, están permanentemente al lado del autor de La eternidad por fin comienza un lunes y Esther en alguna parte, entre otras.
Aficionado a la cocina y al ajedrez, Eliseo Alberto es hijo del poeta Eliseo Diego; se licenció en periodismo por la Universidad de La Habana y vive en México desde 1990. En 2000 adoptó la nacionalidad mexicana, aunque sus textos e intervenciones públicas siempre están ligados a Cuba, su país natal.
Uno de sus textos más reconocidos es Informe contra mí mismo, escrito en 1978, donde narra cómo la seguridad del Estado cubano le pidió que hiciera un informe contra su propia familia.
Gratitud para el personal médico
Antes de ser internado para recibir el trasplante, Eliseo Alberto escribió su columna semanal para el periódico Milenio, donde, entre otras apreciaciones, tuvo palabras de gratitud para el personal médico que lo atiende y para la Asociación Ale
, una organización sin fines de lucro que propició la donación del riñón que le fue trasplantado.
Ale no nos permite perder una ilusión que, sin el apoyo de la seguridad social y otros grupos filantrópicos de real y venerada misericordia, sería con suerte un bonito delirio por no decir una última quimera: el desesperado sueño de seguir vivos
, dijo Eliseo Alberto.
México es un país magnánimo, no solamente un territorio acosado por la violencia y el crimen. El sistema de seguridad social, tan extendido en este país a pesar de las carencias conocidas, más no pocas asociaciones y fundaciones bondadosas, nos acompañan en este trance. Yo soy testigo y deudor
, agregó.