Telmex rechazaría la medida porque se estaría expropiando
su red, señalan
El desarrollo de nueva infraestructura afectaría a usuarios de bajos recursos, consideran
Lunes 18 de julio de 2011, p. 21
El convenio marco de interconexión (CMI) que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) pretende imponer a los operadores de telefonía del país representan riesgos inmediatos, que consiste en que Teléfonos de México no obtenga el cambio de título de concesión a mediano plazo, debido a que rechazaría la medida por considerar que se estaría expropiando
su red. Los operadores que pudieran ingresar a ella dejarían de invertir en el desarrollo de nueva infraestructura, lo que iría en contra de los usuarios, sobre todo los de bajos recursos que vivan en zonas marginadas, advirtió la consultoría Mediatelecom.
El director de Mediatelecom, Jorge Fernando Negrete Pacheco, detalló que la emisión del proyecto del CMI tiene por lo menos seis años de retraso y es poco claro en cuanto a la integración de un comité consultivo. Criticó que, en el afán de crear obstáculos para los operadores de telecomunicaciones, la autoridad haya establecido el acuerdo de convergencia del que se deriva el CMI por aprobarse, ya que las reglas para la interconexión y la definición de sus tarifas están contempladas en la propia Ley Federal de Telecomunicaciones.
El consultor destacó que el gobierno mexicano ha condicionado la entrada de Telmex al negocio de la televisión restringida a la aceptación incondicional de la regulación basada en la compartición de infraestructura con todas las redes competidoras a precios regulados, lo que representa la desagregación de todos los elementos de una red de telecomunicaciones (desagregación del bucle) y su uso por todos los operadores bajo términos y condiciones fijados por la autoridad
, a través del plan técnico fundamental de interconexión e interoperabilidad, y ahora mediante el CMI.
Telmex se ha opuesto al CMI por considerar que se trata de una imposición adicional a las tres condiciones establecidas en el acuerdo de convergencia, que desde su punto de vista ya cumplió, pero además porque considera que la desagregación de su red equivale a la expropiación
de su infraestructura, ya que todos los operadores que lo deseen podrán hacer uso de ella con tarifas establecidas por la Cofetel.
Negrete Pacheco puntualizó que el CMI ya no responde a la penetración de servicios y circunstancias del acuerdo de convergencia, pero la autoridad está obsesionada con que la desagregación del bucle local del operador dominante es la mejor alternativa para los conflictos de interconexión entre los participantes en el mercado, y no ha analizado otras alternativas, como la competencia por infraestructura en un país con enormes rezagos en esta materia
.
Señaló que este convenio se agrega a la larga lista de conflictos y litigios en el sector, pero sobre todo tiene gran repercusión, ya que los dominantes no invertirán más en infraestructura por considerar que otorgan subsidios a sus competidores, mientras que ésto tampoco invertirán porque con la medida tendrán acceso a elementos desagregados de la infraestructura. El resultado, afirmó, es que en lugar de que en México haya redes públicas de telecomunicaciones, los operadores que no inviertan en la expansión de su propia red se convertirán en simples revendedores de servicios.