El triunfo de la selección nacional Sub-17 pone una vara muy alta a todos los que tienen responsabilidades públicas o representan a los ciudadanos, advirtió el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon.

Nos ponen la vara muy alta de trabajo, esfuerzo, compromiso, capacidad para que estemos a la altura de lo que ustedes jóvenes, nos están enseñando, expresó el mandatario local ante los 21 jugadores tricolores y cuerpo técnico, a quienes el gobierno capitalino entregó ayer un reconocimiento en el antiguo Palacio del Ayuntamiento.

México puede si quiere y se organiza, ahí están los resultados, resumió Ebrard Casaubon. Antes, pidió a cada uno de los jugadores externar lo que sentían; tenemos que escucharlos a ustedes.

El capitán del equipo, Antonio Briseño, puntualizó que el campeonato no es sólo de nosotros, es de todos los mexicanos que luchamos día a día, de todos los que nos apoyaron.

Julio Gómez, Jorge Espericueta, Francisco Flores, Luis Guzmán y Carlos Fierro, entre otros, agradecieron el apoyo de los aficionados de todo el país.

No fue fácil lograr el triunfo, fue un trabajo de equipo, este es el comienzo. Es el primer campeonato de muchos que podemos tener. Si tienes una mentalidad diferente puedes conseguir lo que quieras, no sólo en el deporte. Los sueños se pueden alcanzar día a día, fueron algunas de las frases expresadas por los jóvenes invencibles, como los llamó el maestro de ceremonias.

El entrenador Raúl Gutiérrez entregó al jefe de Gobierno del DF una camiseta verde de la selección Mexicana con su nombre y el número 10.

Los muchachos lo saben, es algo que estamos empujando para que entiendan que esa playera no la usa cualquiera, solamente los mexicanos comprometidos con su trabajo, expresó.

“¡Que se la ponga!, ¡que se la ponga!, gritaron los campeones.

El secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, Decio de María señaló que los integrantes de la Sub-17 “tienen algo en común: la pasión por México.

Sabemos ponernos de acuerdo porque podemos soñar, ejecutar y nos da una gran satisfacción decir que México por segunda vez, y esto no es casualidad, fue campeón del mundo Sub-17.

A la salida los jugadores fueron despedidos con aplausos y gritos por aficionados reunidos afuera del antiguo Palacio.