Culiacán, Sin., 1º de julio. Después de 14 años de realizarse, la Feria del Libro y de las Artes (Feliart) de Mazatlán fue postergada y enfrenta un futuro incierto, entre pugnas políticas de grupos y el escamoteo del presupuesto de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), una de sus principales patrocinadoras.

Se trata de la feria más antigua en la entidad y es una tradición en el noroeste del país y a escala nacional. Sin embargo, ahora su continuidad está en riesgo.

José Luis Franco Rodríguez, fundador y director del encuentro editorial, se enteró de se había pospuesto por los medios informativos, porque ninguna autoridad universitaria, afirmó, se lo dijo formalmente ni le han concedido audiencia para tratar el tema.

Ahora me dicen que se pospone la feria, pero conmigo no se han comunicado. Desde abril he mandado mensajes al vicerrector de la zona sur, Rafael Mendoza Zataráin y al rector Víctor Antonio Corrales Burgueño; y no he recibido respuestas, dijo.

Fesde 1997, la Feliart se realizaba entre abril y mayo. Empezó cuando Rubén Rocha Moya era rector de la UAS, como Jornadas por la Lectura, con el apoyo de hoteleros y restauranteros, así como de activistas. De ella participaron autores como Carlos Monsiváis, Paco Ignacio Taibo II, Elena Poniatowska y Emmanuel Carballo, además de escritores locales.

La feria, que se efectúa en el centro histórico de Mazatlán alrededor de la plaza Machado –entre museos, galerías de arte y librerías– incluye actividades para niños, teatro, música, guiñol, cine y pintura.

En la página de Internet de la Feliart aún está la fecha programada inicialmente, del 25 de marzo al 3 de abril. En otra página electrónica, www.mazatlán.travel.com aparece una diferente y como sede Ciudad Universitaria de la UAS.

Por emular a la FIL tapatía

Apenas una semana antes de su realización, Franco Rodríguez supo que no se realizaría en marzo ni abril sino hasta diciembre. Antes, la noticia había sido que cambiaría de nombre, sería la Feria Universitaria del Libro, y también de sede: de la plaza Machado a las instalaciones universitarias.

“Hubo declaraciones de las que me enteré en los medios, pero luego me explicaban que había sido un error. Nunca hubo un distanciamiento, sino hasta que se corta el asunto. Una semana antes de comenzar la feria, el 8 de abril, me dicen: ‘¿sabes qué? no va a haber, se va a posponer para noviembre’. Así me lo dijo Mendoza, el vicerrector”.

Cuestionado por reporteros, el 10 de abril, el rector Corrales Burgeño informó que sólo se reprogramó para organizarla mejor, buscando encontrar una agenda más propicia e integrando más aún a la sociedad mazatleca.

Dos días antes, el vicerrector se reunió con empresarios mazatlecos para hablar de esos cambios, pero no invitó a su fundador. Ante periodistas, expresó: “a Pepe Franco lo estimo mucho… y antes de que me pregunten dejo en claro que no hay conflicto alguno con él”.

A esto se sumó que la realización de la Feliart estaría en manos de un consejo presidido por el rector y conformado por intelectuales, artistas, académicos y empresarios. Esa instancia, cuya conformación se desconoce y que aparentemente no ha sesionado, incluiría a Franco. Pero él nada sabe, sólo que debía avisarles a escritores y editoriales que no habría feria en abril.

Fuentes extraoficiales señalan pugnas entre los grupos políticos dentro de la UAS, que se disputan el control de la Feliart y el manejo de los recursos. Algunos no ven con simpatía a José Luis Franco. En la disputa aparecen Elizabeth Moreno, directora Editorial; el catedrático y escritor Juan José Rodríguez, y Francisco Gerardo Vázquez Couret, titular de Cultura en la zona sur, todos funcionarios de la UAS.

Franco aseguró que un encuentro de este tipo no puede estar sujeto a vaivenes de rectores y procesos electorales ni a caprichos o pugnas políticas.

Puede ser igual que la FIL de Guadalajara, una aportación de la UAS, y el resto a través de un comité organizador, pero formalmente, de manera transparente, y que no haya grupos políticos, no estar a expensas de cambios de rector. Sería un esquema serio, esto ya lo plantee.

“Si quieren que no esté al frente o en el consejo, lo entenderé –aseveró–, pero no le parece justo, porque él es fundador y la ha sostenido, aunque no todas las ediciones han sido financiadas por la UAS.

Oí mitotes de que me había enriquecido con la feria. Ojalá fuera cierto, no estuviera donde estoy ahora. He sido honesto siempre, lo puedo demostrar. Se convirtió en un botín, señaló.

Mazatlán es uno de los municipios con más violencia en Sinaloa, pues en él ocurren buena parte de los homicidios, junto con Culiacán y Ahome.