Viernes 24 de junio de 2011, p. 6
El cardenal Norberto Rivera Carrera lamentó que México experimente una serie de calamidades
, como el hecho de que los índices de violencia e inseguridad han alcanzado alturas inimaginables
. Señaló que aunque la Iglesia católica valora todos los esfuerzos que se han venido haciendo en favor de la recomposición del tejido social, también reprueba que ciertas situaciones se ignoren y se dejen crecer bajo la complicidad del silencio y la apatía de quienes, pudiendo hacer algo, no actúan
.
En la celebración del Corpus Christi, dijo confiar en que los males que nos aquejan encontrarán solución y serán revertidos, pero advirtió que esto ocurrirá sólo en la medida en que cada uno actuemos de manera unida y solidaria
.
Afirmó que tanto el Distrito Federal como el país en su conjunto requieren hombres y mujeres que, reconciliados, sean fraternos y construyan la paz que anhelamos y que todos debemos favorecer
. Dijo que esto será posible si familias y las diversas instancias de la sociedad abrimos nuestros corazones a Dios.
Segundos después del mensaje de reconciliación
, una feligrés increpó a otra que sostuvo que Rivera Carrera habla de paz pero no hace algo para contribuir a ella, siendo que en México existe un baño de sangre
. La primera –a gritos– le dijo a quien se identificó como Beatriz Campos: pero no por culpa de él; váyase, respétenos, usted no es católica, es protestante, porque protesta contra nuestra máxima autoridad; nosotros defendemos nuestra fe
.