os franceses se quejan de que aún no se ha legislado en su país, como en Inglaterra y Estados Unidos, imponiendo pulseras de vigilancia y avisos explícitos a los vecinos de pedófilos o pederastas liberados bajo fianza o al final de sus condenas.

El tema regresa regularmente a la plaza pública, pero en esta ocasión lo desencadenó el caso de un violador de 27 años que abusó de niños y niñas, incluido un bebé de tres meses, provocando el 22 de mayo pasado su casi linchamiento en la ciudad de Teil, sur de Francia, justo antes de que lo llevaran a la prisión de Aviñón. Pues, habiendo sido contratado como cuidador de niños, por muchos padres y madres de familia de su entorno, se preguntan cómo fiarse de las personas a quienes confían sus hijos, incluidos los parientes –ya que el delincuente sexual empezó por abusar de sus propios sobrinos– cuando las penas que purgan suelen dejarlos libres en estado de volver a delinquir.

No obstante, en Angers, de la misma región, recientemente se condenó a un hombre de 43 años a 23 de reclusión. Sin olvidar los 517 años de cárcel que reunieron 63 adultos acusados por una madre soltera, de formar una red de pederastas que había abusado de 27 niños cuyas edades iban de 6 meses a 12 años. Esta denuncia trajo a la indignada memoria colectiva el caso de las madres heroínas del vecino departamento de Herault, quienes hace justo un año entregaron a la justicia a un ciberpedófilo que contactaba por Internet a jovencitos de entre once y trece años y al que tendieron una trampa cuando detectaron que sus respectivos hijos lo tenían entre sus contactos: las dos madres escribieron a este hombre y, haciéndose pasar por los niños durante unas semanas debiendo leer y ver por videocámara las cosas más repugnantes, obtuvieron una cita con el pederasta… pero, para su sorpresa, en vez de los esperados niños acudió la policía con las dos madres, desde entonces reconocidas como heroínas por los franceses.

Sin duda, se dice, el famoso programa de la televisión pública, FRANCE 2, Los Infiltrados, que revela los intríngulis de temas escabrosos, políticos, sociales, económicos, de salud pública en fin, debe haberlas inspirado.

Yuriria Iturriaga