Continúan las protestas en contra de planes privatizadores
Domingo 5 de junio de 2011, p. 33
Atenas, 4 de junio. El gobierno griego deberá cumplir con la promesa de reforzar la austeridad que le hizo a las instituciones que le suministran recursos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la eurozona, mientras el clima social se degrada sensiblemente en el país.
Centenares de personas volvieron a salir este sábado a las calles a protestar contra la política de austeridad fiscal adoptada por el gobierno y sus planes de privatizar industrias estatales.
En tanto, la eurozona se prepara para conceder una nueva ayuda financiera a Grecia, en la podrán participar los bancos privados, pero en contrapartida, el país quedará bajo tutela internacional para garantizar el cumplimiento de las draconianas medidas de austeridad.
Grecia se comprometió el viernes a efectuar nuevas medidas de recorte y a acelerar su programa de privatizaciones para cumplir sus objetivos de reducir su deuda fiscal, que a finales de 2010 se situaba en cerca de 300 mil millones de euros (476 mil millones de dólares), monto equivalente a 150 por ciento de su producto interno bruto (PIB).
A cambio, obtuvo el acuerdo de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional para la entrega de 12 mil millones de euros a comienzos de julio, como parte del paquete de rescate financiero por 110 mil millones de euros concedido el año pasado, así como la promesa de préstamos adicionales.
El primer ministro griego, George Papandreou, aseguró que Grecia continuará trabajando duro y está determinada a honrar totalmente sus obligaciones
.
El sábado, los sindicatos organizaron una nueva manifestación en Atenas contra lo que consideran la barbarie antisocial
que, advierten, se va a agregar a las drásticas medidas de ahorro tomadas en 2010 para reducir el déficit cinco puntos de PIB en un solo año, pero sólo unas mil personas participaron en la misma.
En cambio, un movimiento espontáneo de indignados
, independiente de partidos y sindicatos, sigue reuniendo multitudes desde hace 12 días en la plaza de la Constitución, frente al Parlamento.
Los lemas, que al principio se referían al hartazgo ante la crisis, se han ido transformando en consignas antigubernamentales.
Los incidentes con miembros del gobierno se han multiplicado y se acusa a los políticos de ser responsables de años de desbarajuste que llevaron al país al desastre. La noche del jueves el portavoz del gobierno fue insultado y se le lanzaron proyectiles cuando iba a un centro para ancianos. Tuvo que salir por una puerta de servicio, mientras se le gritaba ¡es una vergüenza!
Según recientes sondeos, los griegos ya no confían en el actual sistema político para superar la crisis. En una encuesta del diario To Vima 57 por ciento de los entrevistados aprueban o tienden a aprobar
las agresiones verbales y físicas contra dirigentes políticos.