Cartagena de Indias, Colombia, 4 de junio. Al comparar la experiencia de 14 países de Latinoamérica en materia de derechos sociales destinados a los adultos mayores de 68 años se puede decir que la ciudad de México se encuentra a la vanguardia en pensión alimentaria, salud (por las visitas domiciliarias) y gratuidad en el transporte público, concluyó Rosa Icela Rodríguez Velazquez, directora del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores del DF.

Detalló que la diferencia de la pensión alimentaria del DF con la de otros países, incluyendo la que se otorga a nivel federal, es su carácter universal; es decir, que se entrega a todas las personas mayores de 68 años sin importar si tienen acceso a otra (ISSSTE, IMSS y Fuerzas Armadas).

Rodríguez Velazquez precisó que tampoco se excluye a nadie por su nacionalidad, ya que la ley sólo establece que para poder acceder a ésta únicamente se requiere comprobar residencia mínima de tres años en la ciudad de México y tener 68 años.

Con base en la experiencia obtenida en Cartagena la directora del IAAM-DF afirmó que los retos ahora son poder proporcionar empleo a los adultos mayores que lo requieren y fortalecer un programa de cuidadores para este sector de la población.

Para el doctor cubano Enrique Vega García, asesor regional en la materia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la pensión que se otorga en la ciudad de México es potencialmente discutible, en el sentido de que hay gente que evidentemente no la necesita. Sin embargo, dijo, soy un defensor en el tema de la universalidad.

Puntualizó que uno de los graves problemas que tiene la región es la falta de accesibilidad a programas de protección social.

Retomó cifras del Banco Mundial que señalan que todavía 15 por ciento de la población de más de 80 años en la región de América Latina todavía trabaja para subsistir, y en el caso de los de 65 años es casi 35 por ciento.

En Argentina se cuenta con una pensión contributiva, y en el caso de que el adulto mayor hombre esté casado se le da una compensación, y en Venezuela la pensión contributiva se otorga a partir de los 55 años a las mujeres y de los 60 a los hombres.

En Chile, el apoyo alimentario a los adultos mayores consiste en la entrega de una especie de leche en polvo.

Durante el curso realizado en Cartagena de Indias, Colombia, los representantes de México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela advirtieron que el envejecimiento demográfico transformará de manera considerable nuestras sociedades al cambiar el balance actual de las necesidades de los adultos mayores y los recursos de atención existentes.