El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, convocó al Estado mexicano a elevar a rango constitucional el servicio público nacional de salud a fin de alcanzar una verdadera cobertura universal y mayor calidad en el rubro.

Al clausurar el simposio internacional de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) realizado en la Facultad de Medicina de la UNAM, en una conferencia magistral, el rector aseveró que actualmente el sistema público de salud en México es injusto, discrecional, parcialmente descentralizado y con una cobertura fragmentaria.

Además, agregó que otra de sus carencias es que debido a la diversidad de instituciones con las que cuenta se genera una serie de ineficacias en el servicio.

Por el origen del financiamiento nuestro sistema es mixto: hay financiamiento público y privado. Por la distribución de los recursos yo sigo pensando que vivimos un sistema que es injusto, que es muy discrecional, que deja todavía a las decisiones de mandos superiores, a veces de mandos medios, la determinación de qué hacer, dónde hacerlo, cómo hacerlo y para qué hacerlo, sin necesariamente tener una planeación completa.

Planteó que supuestamente existen servicios descentralizados, pero la verdad es que la descentralización es parcial y hay una tendencia a pensar en recentralizar algunos servicios.

Otros de los problemas, dijo, con que el país aún no es capaz de consolidar un sistema realmente regionalizado, un modelo compartido por todas las instituciones, un expediente clínico intercambiable, movible. No hemos podido desarrollar todo esto que nos parece como que son de los retos que tenemos que vencer si queremos realmente algún día tener un sistema con cobertura universal.

Por ello, convocó a diseñar un modelo de salud único, planear la regionalización, profesionalizar el servicio social en medicina, además de ampliar la inversión para el sector 0.3 por ciento del producto interno bruto cada año.

Narro reiteró su desacuerdo con el Seguro Popular e insistió en que no puede haber desarrollo si no hay buenos niveles de salud, y en México aún falta para llegar a buenos niveles; por lo que urgió a replantear el asunto de la seguridad social, ahorita que podemos y que la demografía está de nuestro lado.

También planteó un servicio único de cobertura universal que esté escalonado, descentralizado, que privilegie lo preventivo, la atención primaria y la hospitalización general. Un punto fundamental, dijo, es revertir criterios empresariales e intermediarios, la dependencia tecnológica, la desigualdad de acceso.

Tenemos que reformar nuestro sistema, conviene que lo hagamos, podemos hacerlo. Es complejo, tiene implicaciones políticas, financieras, de mucha naturaleza, pero México merece ya tener un servicio diferente, un servicio nacional de salud. Tenemos que hacer un esfuerzo los mexicanos e invertir un poco más.

Agregó que si bien es cierto que ha habido avances en la atención de la salud en el país, éstos no se han dado sólo en la última década, como algunos insisten, sino que esta evolución tiene al menos 30 años.

Previamente, Germán Fajardo, comisionado nacional de Arbitraje Médico, destacó que la mayoría de la quejas contra los servicios de salud son por las burocracias previas a la atención.