Guadalajara, Jal., 3 de junio. El sacerdote Gabriel Espinoza se ha convertido en alborotador y claro que veo riesgo si continúa manipulando a este tipo de gente, pues es muy difícil dialogar con un fanático, dijo el director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias, y atribuyó al también vocero del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo cualquier brote de violencia que pueda generar la oposición a la presa El Zapotillo.

Entrevistado en la radio local a raíz de la negativa del gobierno federal a detener la obra, Coll dijo no entender la actitud del cura, y anunció que pese a los llamados de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Congreso de Jalisco y Amnistía Internacional, la próxima semana se iniciará el colado de 105 metros de altura de la cortina de la presa que inundará los tres poblados de los altos de Jalisco, en los municipios de Cañadas de Obregón y Mexticacán.

Al igual que el subsecretario de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez, en Guanajuato, Coll afirmó que si durante la construcción de la presa existen trasgresiones a la ley, el gobierno no dudará en hacer uso de la fuerza.

Desde el miércoles, cuando se realizó en Tepatitlán la última mesa de diálogo con los opositores, la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional del Agua reiteraron que la construcción de la presa no se detendrá, y la zona de maniobras fue resguardada por policías federales para disuadir otra invasión como la de marzo pasado en que cientos de pobladores y activistas instalaron un campamento levantado a la semana para dar lugar a la negociación.

Este viernes también se anunció que el cura Espinoza Íñiguez, adscrito a la arquidiócesis de Guadalajara, partirá a Washington, Estados Unidos, para interponer ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una queja contra el gobierno mexicano por la decisión de continuar la obra que a juicio de los inconformes no cumple requerimientos legales, ambientales y sociales.

Antes, Coll Carabias ya cuestionó la participación del sacerdote oriundo de Temacapulín; y el propio cardenal Juan Sandoval Íñiguez dijo en marzo que no avala el activismo de Espinoza pues lo único que hace es meterse en camisa de 11 varas.

El comité a su vez evalúa otro tipo de medidas de presión tras el rompimiento del diálogo y el jueves mismo sesionó en Temacapulín, donde acordó acudir ante instancias internacionales para que se reconsidere la obra, luego que ni los amparos obtenidos por los pobladores han podido frenarla.