Santiago de Chile, 2 de junio. La justicia chilena aceptó investigar la muerte del poeta Pablo Neruda en 1973, ocurrida 12 días después del golpe de Estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, informó una fuente judicial.

El juez Mario Carroza acogió a trámite la querella planteada el martes por el Partido Comunista Chileno –en el cual militaba el Nobel de literatura– tras la denuncia reciente que realizó su ex chofer, Manuel Araya, quien asegura que Neruda fue asesinado y no que murió de cáncer como indicó la versión oficial.

Casi 40 años después, la denuncia de Araya –quien plantea que pudo haber sido envenenado mientras se hallaba internado en un hospital– alentó una querella interpuesta por el Partido Comunista.

El cadáver de Neruda, enterrado en su casa de Isla Negra en la costa central chilena junto a su última esposa Matilde Urrutia, podría ser exhumado para aclarar si una inyección le provocó la muerte, como sostiene Araya, o si el agravamiento del cáncer de próstata le costó la vida, como afirma la versión oficial, avalada por la fundación que administra su obra.

Araya, de 65 años, celebra que finalmente se abra una investigación. Estuve años golpeando puertas y nadie me escuchó. Siempre pensé que me iba a morir y esta verdad no se iba a saber, comentó este jueves.