Washington, 1º de junio. Una advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del posible mayor riesgo de cáncer de cerebro para los usuarios de teléfonos móviles alarmó a muchos estadunidenses, pero se resignaron a usarlos para hacer su trabajo. Esto realmente me asusta. Por lo general, lo pongo en altavoz, o sólo lo uso en una emergencia. Y realmente me asusta por mis hijos, dijo a Afp Milite Andom, vendedor ambulante de 49 años con hijos adolescentes.

Expertos internacionales, reunidos a iniciativa de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la OMS, aseguraron el martes que los campos electromagnéticos generados por el uso del teléfono móvil pueden aumentar el riesgo de cáncer.

Las pruebas son bastante fuertes para justificar catalogar el uso del celular como posiblemente cancerígeno para el ser humano, estimó Jonathan Samet, presidente del grupo reunidos durante ocho días en Lyon, Francia.

La noticia fue desagradable para las personas cuyas vidas han cambiado dramáticamente en los últimos años con la comodidad que supuso el uso de teléfonos móviles. En la actualidad hay unos 5 mil millones de teléfonos móviles registrados en el mundo, y su uso está tan generalizado que han comenzado a eclipsar a los teléfonos fijos tradicionales.

Expertos en salud dijeron que aún no está claro qué podría suceder con una mayor exposición durante periodos más largos.

Todo lo nuevo, lo lanzan sin tener pruebas de los efectos de su uso. Y 10 años después te dicen que es dañino, suspiró el mensajero motorizado Daudu David, de 31 años, quien pasa más de 12 horas en la calle usando su teléfono móvil. Consultado sobre si la advertencia cambiará sus hábitos, fue claro: No tengo opción, requisito laboral.