El gobierno de Estados Unidos donó al de México un paquete de 220 mil tarjetas de recolección de ADN para que las autoridades penitenciarias –federales y estatales– realicen ese registro genético a delincuentes recluidos en cárceles del país, revelaron fuentes oficiales.

El objetivo de dicha herramienta es contar con una base de datos infalsificables sobre la identidad de los reos, ya que el ADN proporciona la información genética.

Las fuentes consultadas indicaron que contar con un banco de datos de ese tipo permitirá, por ejemplo, identificarlos en caso de que salieran libres o se fugaran y volvieran a ser capturados, aunque hubieran cambiado su fisonomía.

Además, facilitá su identificación si fueran encontrados muertos o para saber si estuvieron presentes en la escena de un crimen, siempre y cuando hayan dejado en ella algún rastro, como saliva o semen.

En la actualidad, las leyes penales sólo obligan a las autoridades a que como parte del proceso de privación de la libertad, a todos los presos se les tomen las huellas dactilares como medida de identificación, además de fotografías. También se registran todos sus datos generales, pero no instruyen sobre el examen de ADN como forzoso.

Los funcionarios del gobierno mexicano precisaron que el Departamento de Estado de Estados Unidos convocó el pasado 15 de abril a una subasta para la compra de los dispositivos Whatman Fta Mini Card, los cuales permiten almacenar durante 15 años la información genética mediante una muestra de saliva, sin necesidad de mantenerla en refrigeración o con otros cuidados especiales.

Estas tarjetas fueron enviadas a la Subsecretaría del Sistema Penitenciario Federal de la Secretaría de Seguridad Pública federal, de acuerdo de las fuentes consultadas.

Hasta noviembre pasado se tenía un registro de 222 mil 330 presos distribuidos en diversas cárceles del país.

Las tarjetas Fta pueden ser compradas incluso en la página web de Amazon, donde un paquete de 100 cuesta 383 dólares.