En México la educación y la enseñanza de las matemáticas enfrentan un estado de crisis que nos ha colocado en los últimos lugares de desempeño académico de las naciones miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), además de que nos pone ante el riesgo de tener generaciones perdidas, aseguró Ernesto Lupercio Lara, vicepresidente de la Sociedad Matemática Mexicana (SMM), quien destacó que es necesario apoyar a jóvenes con talento y vocación para impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología”.

Al anunciar la realización de la 13 Olimpiada Matemática de Centroamérica y el Caribe –que se efectuará del 16 al 26 de junio en Colima, con la participación de estudiantes de 11 a 16 años de más de 10 países–, indicó que es necesario que desde todos los sectores se hagan esfuerzos para abrir espacios a alumnos con talento. Ojalá la Secretaría de Educación Pública tuviera esta visión, creemos que debe ocurrir, pero aún no lo ha hecho.

En conferencia de prensa, Radmila Bulajich, presidenta del comité organizador del encuentro, destacó que desde hace dos años “no hemos tenido apoyo de la SEP, y lo que hemos recibido se ha centrado en educación básica, pero no para quienes están por concluir su secundaria o en el bachillerato.

Por ello, consideró que la clave para que nuestros jóvenes no se vayan por actividades que dan un ingreso fácil es que les demos la opción de formarse y dedicarse a cosas que realmente les gustan, como la ciencia.

Alertó que en estudios realizados por la SMM se detectó que a pesar del temor que aún genera el aprendizaje de las matemáticas en los estudiantes de educación básica y bachillerato, e incluso a sus padres, a los menores que acuden a la primaria hay una enorme mayoría que dicen que sí les gustan las matemáticas, pero esto cambia radicalmente cuando pasan a la secundaria. Entonces creemos que algo estamos haciendo mal, porque les estamos quitando el gusto.

Bulajich indicó que con las olimpiadas podemos ubicar y atender a aquellos que han demostrado interés y talento, pero es necesario abrirles un abanico de posibilidades a jóvenes y niños para que de verdad encuentren qué es lo que les gustan y puedan elegir.

Las matemáticas son un juego, afirmó, y uno puede enseñar matemáticas sin decir que lo son. A un niño se le puede acercar a ese pensamiento matemático a través de problemas donde desarrolle su pensamiento lógico, y creo que los padres lo pueden hacer para desarrollar sus aptitudes, a través de juegos.

Lupercio Lara agregó que para todos es claro que la educación está en una crisis absoluta, y si deseamos analizar por qué tenemos un resultado catastrófico en el sector, debemos considerar un escenario complejo, que incluyen las condiciones sociales y políticas del país, a un largo deterioro educativo, pero también a que se gasta poco en la educación por alumno y la forma en que se hace quizá no es la más eficiente.