La pérdida de dinamismo de la economía mexicana ocasionó que la tasa de desocupación afectara a 5.17 por ciento de la población económica (PEA) del país en abril de este año.

Esto implicó un incremento de 5 por ciento (0.26 puntos) respecto de la tasa observada en marzo de 2011, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el cual mantiene la incógnita sobre la magnitud absoluta de la PEA. La última cifra dada a conocer por el organismo data del tercer trimestre del año pasado: 47.1 millones de personas.

Por lo mismo, también se desconoce la dimensión alcanzada por la desocupación en términos absolutos, luego de que en junio de 2010 el censo de población encontró la existencia de 4 millones más de habitantes que los considerados en las proyecciones oficiales para esa fecha. En el tercer trimestre de 2010 la desocupación afectaba a casi 2 millones 650 mil integrantes de la población económicamente activa del país.

Los datos dados a conocer por el organismo indican que el desempleo abierto afecta en mayor medida a la población de estados del norte del país, con Tamaulipas y Chihuahua a la cabeza, y a la de aquellas entidades donde se asienta con más enjundia el crimen organizado.

La mayor tasa de desocupación fue la de Tamaulipas, con 7.75 por ciento de su población económicamente activa en esta condición; la de Chihuahua fue de 7.18 por ciento; en Sonora la proporción de desempleados se situó en 6.97 por ciento; en Zacatecas se elevó a 6.67, mientras en Baja California llegó a 6.04 y en el estado de México a 6.03 por ciento de su PEA.

Por lo que se refiere al conjunto de las 32 principales áreas urbanas de México, la desocupación afectó, en promedio, a 5.43 por ciento de su población económicamente activa.

En tanto, sin considerar factores estacionales que influyen en los comparativos mensuales, la tasa de desocupación en todo el país fue de 5.10 por ciento en abril pasado.

Casi 92 de cada 100 personas en desocupación durante abril, (91.7 por ciento del total), contaba con experiencia laboral, de manera que tuvieron trabajo antes de ingresar a las filas del desempleo abierto, en tanto que el 8.3 por ciento restante correspondió a jóvenes sin experiencia laboral, pero en busca de una ocupación remunerada.

Por niveles de instrucción, 33.85 por ciento de la población desocupada cuenta con estudios de nivel medio superior y superior; otro 37.26 por ciento terminó completa su educación secundaria; una quinta parte concluyó la primaria completa, y 8.92 de los desempleados no terminó la primaria.