Científicos mexicanos encontraron, debajo del Templo de la Serpiente Emplumada, un túnel clausurado por los teotihuacanos hace mil 800 años. En las exploraciones, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) participa con un georradar, que desde la superficie detecta lo que hay en el subsuelo, y con el registro del complejo arqueológico, mediante una cámara de video en 3D.

Con el georradar, Víctor Manuel Velasco Herrera, académico del Instituto de Geofísica de la UNAM, detectó la ubicación de ese pasaje, sus dimensiones y las cámaras al final de éste.

Ese túnel es una representación del inframundo. Se trataba de un lugar de creación, donde residen las fuerzas telúricas, emanadas de las deidades; el sitio donde se crea y se recrea la vida de forma constante, consideró Sergio Gómez, del Instituto de Antropología e Historia.

Se avanza en la exploración del túnel, en el que hay varias cámaras, donde pudieran estar los restos de los gobernantes de esa civilización. De confirmarse, será uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XXI.