Jueves 26 de mayo de 2011, p. 44
Al menos 774 millones de personas en el mundo no saben leer ni escribir, mientras en América Latina y el Caribe se estima que 30 por ciento de la población enfrenta problemas para aplicar la lecto-escritura en su vida cotidiana, por lo que son considerados analfabetas funcionales, señalaron expertos en educación para adultos de 39 países de la región, quienes participan en la reunión de seguimiento de la Conferencia Internacional de Educación para Adultos.
Asimismo, advirtieron que se requieren estrategias multisectoriales y con una amplia participación social
para abatir el analfabetismo en la región.
Juan de Dios Castro Muñoz, director del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), quien encabezó la inauguración del acto, afirmó que es necesario pasar de la convicción a la acción
para impulsar la alfabetización y el aprendizaje a lo largo de la vida en los países latinoamericanos, y justificó que para alcanzar esta meta se empleen todos los medios
, incluidos la difusión de los servicios educativos en telenovelas o programas de radio, pues la educación es el único fin que justifica todos los medios
.
En el caso de México –indicó– la tasa de analfabetismo es inferior a la media mundial de 17 por ciento de la población, con 6.9 por ciento de los mayores de 15 años, que representan 5.3 millones de mexicanos.
Insistió en que más de 50 por ciento de los analfabetas son mayores de 50 años e indígenas que habitan en comunidades rurales aisladas en entidades como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Michoacán, donde se concentra 60 por ciento de quienes no saben leer ni escribir.
En el encuentro, que se realizará del 25 al 27 de mayo, y al que asiste Arne Carlsen, director electo del Instituto de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (de la Unesco), así como funcionarios y especialistas de diversos países, se analizarán las políticas que deberán aplicarse para alcanzar una enseñanza integral para adultos, con aprendizajes significativos, respeto a los derechos humanos y accesibilidad a los servicios en la materia.
Al respecto, Mercedes Calderón García, directora general del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe, indicó que es necesario garantizar que la educación para adultos conlleve aprendizajes significativos, inclusión, sin importar la edad ni diversidad cultural, y un esquema de corresponsabilidad en el que la política educativa esté fuertemente vinculada con las acciones en materia social
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