as transmisiones semanales de Opera prima en movimiento, que comenzaron esta primavera, revelan esencialmente voluntad, nueva toma de conciencia de las autoridades culturales del país, por alentar el desarrollo a un nivel superior de los artistas del ballet.

La presencia de las 14 parejas restantes de la competencia en el programa del 10 de mayo, que se emite por el Canal 22, deja a la vista con más fluidez y claridad el mundo en que se encuentran los jóvenes bailarines concursantes, amén del esfuerzo de la televisión cultural mexicana por penetrar en los secretos de la danza, así como difundir masivamente esta bellísima expresión artística de prometedores horizontes.

Opera prima en movimiento es una experiencia única, no sólo para todos los involucrados en el proyecto, sino también es un impulso para la danza contemporánea, como en Juego de cuerpos, a cargo de Tania Pérez Salas –transmitido en la serie del 22–, tanto como la decisión de crear de una nueva compañía auspiciada y protegida por el Estado en ese renglón, a cargo de Raúl Parrao, contando en la memoria con las series Teledanza, de los años 70 y 80, y La otra danza, transmitidas por Canal 11.

Hoy podría considerarse una prometedora nueva época para la danza mexicana con la continuidad y calidad que merece el país, aunque finalmente lo más importante de todo es la conciencia clara de que hay que moverse.

Así, en la pantalla chica y la memoria colectiva quedan a la vista los criterios de los procesos de la enseñanza-aprendizaje en la formación académica, cultural y emocional de los bailarines, tanto como la intención de proporcionar oportunidades a los nuevos bailarines. Resalta en todo ello la necesidad de aunar en la formación de los concursantes mayor integración entre el academicismo, la técnica y la emoción o interpretación, así como, en muchos casos, mayor trabajo de piernas, estiramientos y precisión y fuerza en los pies, como bien se vio en los fouettes, tours on l’air y remates.

Claro ha quedado que los muchachos se han enfrentado a una nueva y rica experiencia que todos deben aprovechar, pues el potencial que tienen en bastante bueno, lo que indudablemente marcará el futuro del ballet en este país, ante un público cada vez más conocedor y exigente que ya reclama las grandes estrellas de tanta importancia en las grandes compañías del mundo.

Esperamos que no quede todo ahí y se remuevan apáticas estructuras en los procesos formativos sin límite, para sembrar la confianza y poder en sí mismos en una horizontalidad

La didáctica es muy importante, pues, por qué no, promete nuevos coreógrafos, ya que urgen en todas las actividades de la danza. Así como se baila danzón en el California, los aprendices del arte de la danza jamás deben desvincularse de los procesos culturales de país y del mundo que los rodea, lo cual es vital para la creatividad, incluso como una base más sólida para el futuro en la fugaz carrera de la danza, que no es sufrimiento –ya lo han dicho los grandes maestros– ni jumping beans (frijolitos saltadores); contiene valores esenciales de la vida del espíritu y la intelectualidad humanas, ¿por qué no encontrarlas, traducirlas, pensar, además de bailar?...

El programa del pasado 10 de mayo de Opera prima en movimiento transcurrió con más naturalidad y agilidad. Los chicos, parece, empezaron a perder la timidez y el miedo a hablar ante el micrófono y la cámara, resultando ideas más claras. Se antoja más permanencia de sus nombres en pantalla con la finalidad de entregarlos más generosamente a la memoria del público, pues desaparecen velozmente y no se sabe quién es quién, así como menos full shots para acercarnos a sus emociones de vez en cuando.

Mucho se ha avanzado en Opera prima..., lo cual significa la ductilidad y potencial muy importante de los concursantes; en los próximos días se conocerá a los ganadores de la gran oportunidad, aunque todos de una u otra forma la tienen, pues son valiosísimos, con un gran trecho recorrido y con un enorme potencial que deben aprovechar. Enhorabuena, y mucha suerte.