as variantes para nombrar una misma planta pueden dificultar su identificación. Laura Quiroz, compañera de viaje de este Itacate por años, nos comenta que los habitantes de la Huasteca hidalguense se curan los hongos de los pies con las hojas del xaltomatlxihuitl; las usan secas y molidas como talco, sobre todo cuando empiezan a usar zapatos.

Estos xaltomatlxiuhuitl se aprecian mucho en esa región; se considera que los mejores son los de Huejutla, porque son un poco más grandes y menos ácidos. Los domingos en el tianguis de Huejutla, donde los hay casi todo el año, los venden por litros. Laura Quiroz los siembra en junio, para cosechar en septiembre. También se los mandan desde Huejutla o se los compra a las serranas que se ponen los domingos arriba del mercado 1° de Mayo, en Pachuca. Allí les compro la sardina entre 10 y 25 pesos según la temporada, escribe.

A la pregunta de si estos xaltomatlxihuitl son los xaltomates a los que nos referimos en el Itacate del 17 de mayo, responde que esa hierba con frutillas blancas y negras, de la familia tómatl, se llama aquí hierba mora; nace hasta en las banquetas.

Comenta que son tan pequeñas como los cahuiches, una baya nativa de Hidalgo parecida a las moras azules. Es rica en vitamina C y su raíz es sabrosa. En relación con los jitomates de forma irregular a los que se refiere Francisco Hernández, Laura comenta que en la Huasteca se siguen sembrando en algunas casas; hay amarillos hasta llegar a un tono casi café; tienen pocas semillas y son dulces y jugosos.

Para ella el xaltomate es como los tomates verdes pero sin cáscara, y son amarguitos; se pueden comer verdes o bien maduros, ya rojos; tienen el tamaño de una moneda de cincuenta centavos.

En un próximo Itacate nos referiremos a los distintos nombres de estas plantas de la familia de las solanáceas.

Aquí va esta receta con xaltomates en sus propias palabras.

Enchiladas de xaltomate

Se ponen a hervir un diente de ajo, un trozo de cebolla y tres chiles mecos o un chile cuaresmeño colorado. Mientras sueltan el hervor, se van cortando los xaltomates que caben en una lata de sardina, cuidando que no lleven hojita. Ya que están inflados los chiles, se echan los xaltomates; cuando empiezan a reventar se apaga el fuego. En el molcajete se muele el ajo y los chiles con un puñito de sal de mar, y al final los xaltomates sólo machacaditos. Se sazona la salsa en manteca y se van mojando las tortillas, que se colocan en un platón. Cada quién le pone quesito y una cebollita de rabo para masticar, o xonácatl. En la Huasteca igual muerden la enchilada y luego un manojo de berros de río. Hummmmm.

marcri44@yahoo.com.mx