La administración de Felipe Calderón, que enfrenta fracasos en todas las esferas, hoy trata de engañar a la población al señalar que la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (Enlace) –la cual se aplicará a más de 16 millones de alumnos de educación básica a partir de hoy– es uno de sus logros sociales, cuando en realidad se ha hecho uso político de esta evaluación con ese y otros objetivos, como recompensar a los maestros mediante un bono salarial, afirmó el experto Ángel Díaz Barriga.

El especialista del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que aunque el gobierno presuma que se ha avanzado en Enlace –pese a que la propia SEP identificó 39 mil escuelas que no han logrado mejorar desde 2006–, esto no significa necesariamente que los alumnos tengan mejores aprendizajes sino que tienen mayores habilidades para resolver la prueba.

Actualmente, cuestionó, en lugar de otorgar un certificado de sexto de primaria a los niños, el Estado les podría dar un certificado como resolvedores de pruebas.

En entrevista, Díaz Barriga destacó que lo que no dice la Secretaría de Educación Pública (SEP) es el tiempo que dedican los profesores a que sus alumnos respondan el cuadernillo de Enlace; tampoco dice que ha modificado las prácticas de trabajo de los docentes en el aula para que dediquen más tiempo a entrenar a sus estudiantes para las pruebas.

La SEP calla también sobre la relevancia de los reactivos, pues son preguntas tontas, por ejemplo, cuestionar qué es Enlace como si saberlo fuera muy importante para el desempeño ciudadano. La dependencia educativa tampoco quiere explicar por qué considera que de un año a otro mejorará la enseñanza y no ha informado cuánto cuesta ahora la realización de esta evaluación, agregó.

Una contradicción más consiste en que la reforma educativa en la educación básica está basada en las competencias; sin embargo, estas evaluaciones son enciclopédicas y reflejan lo peor de la didáctica tradicional.

Gracias a Enlace, el Estado podría dar a los alumnos un certificado como resolvedores de pruebas, opina Ángel Díaz Barriga, académico del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM

Foto Guillermo Sologuren

Sería positivo que el gobierno federal se asomara a aquellas administraciones que sí toman en serio la educación, como en Uruguay, donde sólo aplican una prueba anual, por considerar que es muy caro realizar muchas evaluaciones para obtener resultados iguales. En cambio, aquí en México un niño de sexto de primaria debe resolver al menos seis exámenes.

Es entendible que un sexenio que tiene fracasos en todas las esferas trate de decir que (Enlace) es su gran logro social. Que no nos tomen el pelo: las pruebas anuales se hacen desde hace muchos años en países de América Latina y en naciones desarrolladas; en esta era global, uno encuentra cuántos países lo hacen; lo que no encuentra es que México obtiene la medalla de oro en cantidad de exámenes y en aplicarlos para no mejorar la educación. Sin embargo, Enlace le sirve políticamente al gobierno federal para hablar de sus supuestos éxitos, afirmó.

Insólita ignorancia

El investigador calificó de insólito que se aplique Enlace a niños con discapacidad, lo que es una muestra más de la ignorancia y de que quieren seguir con la lógica discriminatoria. La teoría del test en los años 60 construyó el concepto de pruebas paralelas, lo que significa que a los escolares con desigualdades culturales se les deben formular preguntas que respondan a su situación cultural.

Sin embargo, en México no se ha asumido lo anterior porque sería más caro. Si tenemos 56 grupos étnicos tendría que haber 56 versiones de exámenes. Pero en la ignorancia se pretende que todos sean homogéneos, bajo un prototipo de alumno de clase media de las grandes ciudades como el Distrito Federal, Guadalajara o Monterrey, finalizó.