odo mundo quiere ir cada año al festival de cine que a partir de 1946 tiene lugar durante 12 días en la ciudad costera de Cannes, en Francia. Pero no todos tienen los medios para alojarse en los hoteles del paseo paralelo al mar, la Croissette, como son el Martinez, el Carlton o el Majestic, entre otros, ni todos irán a los tres casinos para codearse en una mesa de juego con la gente del espectáculo o alimentarse en los restaurantes preferidos de la gente famosa donde una sentada frugal cuesta 100 euros por persona. Pero se puede ayunar durante el día y conseguir invitaciones para asistir a un coctel o cena de los muchos que ofrecen los productores de las películas concursantes, en los restaurantes de playa que, en hilera sobre la arena a tres metros bajo el nivel de la Croisette, abren sus puertas desde escalinatas donde los guaruras profesionales pueden no dejarlo entrar.

Como está prohibido dormir en la playa o los jardines se debe buscar alojamiento, pero hay que calcular: un departamento amueblado y compartido entre cuatro cuesta 500 euros por persona las 11 noches. Éstas mismas en un hotelito de dos o tres estrellas alejado del mar, cuesta entre 2 mil y 3 mil euros por persona. Ahora que si uno quiere irse a la Bocca, a 5 kilómetros de Cannes, puede pagar de 500 a 900 euros por lo que dura el festival o de plano, puede acampar a 14 kilómetros y pagar 12 euros las 24 horas. Pero como el transporte público se acaba a las 22 horas y estacionarse en el área del festival es imposible, hay que alquilar una moto: 400 euros con gasolina. La ventaja sería poder ir a admirar las extraordinarias villas rodeadas de jardines botánicos, muchas de ellas declaradas parte del patrimonio arquitectónico de la nación, sembradas frente al mar de la Costa Azul.

Pero cualquier visitante fanático del Festival de Cannes debe pensar en otro gasto de importancia: el alquiler de vestidos largos o esmoking, éste 70 euros la noche, con corbata de moño y camisa. Y para los parisinos, el trayecto en tren ida y vuelta, siempre y cuando se compre dos meses antes, cuesta 81 euros. En pocas palabras y muchos euros, ir a Cannes durante el festival, para cualquiera que no sea rico ni invitado de la haute société, lo menos que le cuesta son alrededor de 3 mil euros, unos 49 mil 645 pesos mexicanos.

Yuriria Iturriaga