Tijuana, 21 de mayo. Los Xoloitzcuintles de Tijuana están en el máximo circuito y ocupan el lugar del descendido Necaxa, tras vencer 2-1 a los Freseros del Irapuato, que resintió la baja de su bujía Cuauhtémoc Blanco, quien por lesión no pudo jugar el partido decisivo.

El Grupo Caliente, con base en casas de apuestas (books), propiedad del empresario Jorge Hank Rohn –quien ha sido investigado por las autoridades de Estados Unidos–, ascendió a su club tras los goles marcados por Joe Corona, al minuto 28, y Mauro Gerk, al 31, luego de haber empatado sin goles en Irapuato.

Raúl Enríquez hizo el primer ataque de Xolos al minuto dos; sin embargo, la Trinca replicó con un contragolpe al 11 de acción, pero José Gutiérrez dejó escapar la que sería la única llegada peligrosa de su escuadra.

Impulsados por el público, que copó las 33 mil localidades del estadio, al minuto 15 Richard Ruiz remató al poste, el balón picó dentro, pero el árbitro Óscar Macías no lo dio por bueno.

Los dirigidos por Joaquín del Olmo no se desanimaron y mantuvieron la presión. Tijuana era amo y señor ante un rival desorientado, hasta que al minuto 28 logró reflejar su superioridad en el tablero.

Joe Corona arrancó desde atrás, rebasó a cuatro oponentes y cedió para Mauro Gerk, quien le devolvió para que rematara con la cabeza, el esférico pegó en el travesaño y entró a la portería defendida por el veterano Adrián Martínez.

El mazazo aún no era digerido por los del Bajío, cuando los inspirados Xolos dieron un segundo golpe tres minutos después. Gerk recibió un pase de Corona y con la pierna derecha puso el balón a segundo poste, para vencer de nueva cuenta a Martínez.

El técnico del Irapuato, Ignacio Rodríguez, intentó darle una variante a su cuadro: envió a la cancha a José Luis Parejita López; aunque esto no le resultó, pues el Tijuana seguía volcado al frente.

Irapuato tuvo un poco de vida artificial gracias a un autogol de Tijuana, porque al minuto 37, entre el defensor Alejandro Molina y el portero Leonín Pineda metieron el balón en su propia meta.

Para la segunda parte, Tijuana atacó con menos arrojo y al minuto 62 Raúl Enríquez pudo matar al rival, pero estrelló la pelota en el travesaño. Irapuato apenas mostraba chispazos, pero Álex Castillo dejó ir el tanto del empate, pues al estar solo frente al arco, remató desviado.

Perder una final el sábado y jugar el miércoles en el mismo escenario no era fácil, pero el equipo tuvo personalidad. Nos faltó meter un gol más para no sufrir tanto, pero les encanta hacerme sufrir a estos cabrones, dijo Del Olmo.

Estamos felices, nos costó mucho, demasiado, ahora somos de primera división, es grandioso, y hay que pelear para ser campeones ahí, indicó Hank.

Desde que se inició el torneo soñamos con esto, representa una gran alegría para mi familia. Es un grupo de trabajo bárbaro, y gracias a Dios lo pudimos lograr, expresó Corona, mientras Gerk derramaba lágrimas: Lloro porque es el final de mi carrera, sé que en cualquier momento voy a dejar el futbol, y tenía el sueño de subir con este equipo. Con el ascenso quiero jugar otro torneo, deseo quedarme un año más con este grupo maravilloso.