Los portadores desconocen el problema o no hacen nada para detenerlo: David Kershenobich
La FundHepa propone al Seguro Popular incorporar el tratamiento preventivo al Fondo de Protección
Aunque los medicamentos son de alto costo, sólo los requieren de seis a 12 meses, dice
Viernes 20 de mayo de 2011, p. 2
Las enfermedades graves y letales que afectan al hígado, causadas por los virus B y C de hepatitis se pueden evitar, aunque actualmente esto prácticamente no ocurre y 85 por ciento de los portadores de la infección, que la desconocen o no hacen nada para detenerla, evolucionan a cirrosis o cáncer, advirtió David Kershenobich, presidente de la Academia Nacional de Medicina.
Por eso, la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa) propuso al Seguro Popular la incorporación del tratamiento preventivo de las complicaciones de la hepatitis a la cobertura del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. Aunque los medicamentos representan altos costos, los pacientes los requieren sólo por un periodo de seis a 12 meses para librarse del mal.
El especialista, presidente fundador de la asociación civil y uno de los autores del trabajo de investigación realizado para sustentar la propuesta planteada por FundHepa, destacó la necesidad de por énfasis en la prevención, la cual es la manera más efectiva de atacar cualquier enfermedad. Y en este caso se puede porque aunque las personas sean portadoras de alguno de los virus que causan enfermedad crónica, hepatitis B o C, transcurren varios años antes de que se produzca un daño crónico severo.
De hecho, antes de que surjan complicaciones como la fibrosis, cirrosis o incluso un tumor del hígado, la infección es totalmente reversible, principalmente entre individuos de 18 a 40 años de edad.
Kershenobich comentó que en México se estima una prevalencia de hepatitis B de 0.4 por ciento de la población, mientras de hepatitis C es de 1.4 por ciento. Sin embargo, dijo, esta es una cifra global, lo que hace falta es advertir a las personas sobre los factores de riesgo para contraer la infección, principalmente la cepa tipo C.
Recordó que para la hepatitis B existe una vacuna que la previene y se ha aplicado ya a 18 millones de niños. Está en curso la administración del biológico a los adolescentes y sería conveniente que también los adultos se aplicaran las tres dosis de este producto.
Entre los resultados del trabajo realizado por Kershenobich y Enrique Wolpert, presidente del comité científico de FundHepa se ubicaron seis preguntas útiles para identificar a las personas que podrían ser portadoras de la infección.
Éstas son aquellas que respondan afirmativamente a uno o varios de los cuestionamientos relativos a si en algún momento se ha aplicado inyecciones con jeringas hervidas; le han practicado alguna transfusión sanguínea; se ha realizado algún tatuaje o usa piercing; ha tenido más de una pareja sexual en el último año, o intimidad con personas de su mismo sexo, y si se ha extraído una muela en el último año.
Los individuos aparentemente sanos de entre 18 y 40 años de edad que se encuentren en alguna de estas situaciones tendrían que realizarse un análisis sanguíneo para determinar si son portadores de algunos de los tipos de hepatitis y en ese momento comenzar la terapia para eliminar el virus.
Kershenobich destacó que esta es la manera más efectiva de prevenir las complicaciones de la hepatitis y lo que debería estar cubierto por el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. El tratamiento es de alto costo, pero efectivo para evitar, por ejemplo, la necesidad de un trasplante de hígado, también caro pero que además requiere que el paciente tome, el resto de su vida, medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo del órgano sustituto.