Guatemala, 16 de mayo. Los sicarios que el sábado pasado asesinaron a 27 personas en una finca del norte de Guatemala son miembros del cártel mexicano de Los Zetas que buscaban al dueño de la propiedad, aseguró hoy el gobierno de esta nación centroamericana que ordenó una ofensiva militar para dar con el paradero de los responsables.

El presidente Álvaro Colom externó su malestar e indignación por lo que calificó de evento macabro y salvaje, durante una visita a la zona de la matanza, en la selva del departamento de Petén, fronterizo con México, acompañado del ministro de Gobernación, Carlos Menocal.

Colom se comprometió a capturar a los responsables de la matanza y destacó que mantendrá por tiempo indefinido la vigilancia conjunta de la policía y el ejército en esa región. Indicó que ya se tienen asegurados por lo menos ocho puntos estratégicos en carreteras para impedir que el grupo pueda salir del país.

Los ejecutados fueron hallados el domingo en la finca Los Cocos, municipio La Libertad, y, de acuerdo con la versión de un sobreviviente que fingió estar muerto tras haber recibido una puñalada en el estómago, la matanza, en la que 26 fueron decapitados, comenzó alrededor de las siete de la noche del sábado y terminó como a las tres de la mañana.

Menocal aseguró que los autores del ataque son miembros del grupo Los Zetas que trasladaron sus operaciones a Petén luego del estado de sitio impuesto en diciembre pasado en el departamento de Alta Verapaz.

De acuerdo con las primeras investigaciones, entre 30 y 40 hombres armados participaron en los hechos y ya se localizaron tres vehículos y campamentos usados para perpetrar la matanza, indicó el ministro, quien consideró que Otto Salguero, el dueño de la finca, sería la persona a la que buscaban los sicarios.

El ministro Menocal precisó que las víctimas eran labriegos que no tenían ninguna relación con el crimen organizado, pero Salguero es investigado por presunto narcotráfico.

Las autoridades ya identificaron a 15 de las 27 víctimas (el gobierno había dicho la víspera que eran 28), incluidas dos mujeres y cuatro adolescentes de 17, 15 y 13 años, mientras en la ofensiva que ordenó el presidente Colom fueron muertos dos presuntos delincuentes y se detuvo a uno más, los tres presuntamente ligados con la matanza, en un enfrentamiento con la policía en una casa del poblado de Santa Elena, en Petén, donde se decomisaron armas y municiones.

La oficina en Guatemala del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó los brutales hechos de violencia, lo que confirma, dijo, la urgencia de implementar una estrategia de seguridad.