Santiago, 12 de mayo. Unos 25 mil estudiantes chilenos salieron este jueves a las calles de Santiago y otros miles marcharon en localidades del resto del país en reclamo de un fortalecimiento de la educación pública superior y en rechazo de su privatización, y dieron de plazo hasta el 21 de mayo al gobierno de derecha de Sebastián Piñera para responder a las demandas planteadas.

Tras un comienzo tranquilo, la respuesta de la policía de Carabineros fue que súbitamente comenzó a reprimir con camiones lanzagua y gases lacrimógenos, dentro de la mecánica represiva del Ministerio del Interior, lo que desató choques con los estudiantes que se prolongaron por horas.

Hubo decenas de estudiantes apaleados y al menos una veintena de detenidos. Igualmente, se registraron cargas de los carabineros a caballo en ciudades como Concepción y se reprimió a los manifestantes en Valdivia, La Serena, Coquimbo y Valparaíso.

La Confederación de Estudiantes de Chile fue la convocante a esta marcha nacional para exigir un mejor acceso a la educación superior y como antesala de las actividades del 21 de mayo en Valparaíso, cuando Piñera –cuya gestión es desaprobada por la mitad de los chilenos– emita el segundo informe de su gobierno a la nación.

Por su parte, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Giorgo Jackson, señaló que la educación superior chilena esta en crisis, con carreras sin horizonte laboral, entregando recursos del Estado a instituciones que son simples negocios y dejando a los alumnos endeudados por 10 o 15 años.

Otros líderes denunciaron que aquí hay intereses económicos personales, en alusión al ministro de Educación Joaquín Lavín, de quien se dijo que es dueño de un centro de educación superior, la Universidad del Desarrollo.

Las manifestaciones de protesta son respaldadas por el Consejo de Rectores, ya que en voz de su presidente, Juan Manuel Zolezzi, tiene que haber una mayor inyección de recursos hacia las universidades del Estado.

Agregó: Tiene que existir un adecuado financiamiento, que no sea más caro que el fondo solidario, y tiene que haber normas de aseguramiento de la calidad y elementos de fiscalización.

Los universitarios también tienen el respaldo de la Central Unitaria de Trabajadores, el Colegio de Profesores y el liderazgo del Partido Comunista.