Pendiente de un hilo quedó la ilusión del Morelia de llegar a la final tras el 2-0 recibido anoche en el partido de ida de las semifinales. Se alegró en serio el alma de los seguidores de La Máquina, que terminaron entonando el olé... olé... olé... tras el silbatazo final.

Sin embargo, todos salieron del estadio Azul con la sensación de que se les fue de las manos obtener una ventaja más amplia, para llegar tranquilos al duelo de vuelta del domingo en el Morelos.

El mismo portero Federico Vilar se encargó de poner en jaque a su equipo en la primera parte, que dominaron los Cementeros. Al también capitán de Monarcas se le escapó de las manos un disparo lejano (aproximadamente 30 metros) que Christian Giménez convirtió en gol tras cobrar una falta.

Y el 1-0 pudo caer mucho antes, al minuto cuatro, en otro oso de los visitantes. Pero Vilar alcanzó el balón que iba rumbo a su marco cuando se la retrasó mal el defensa Joel Huiqui.

Monarcas rindió homenaje al miedo. Se preocupó más porque no le hicieran daño y lo pagó caro, porque los celestes, sin tocar tantas veces con verdadero peligro en la meta de Vilar, alcanzaron a llevarse una cómoda ventaja al descanso.

En tiempo de compensación del primer tiempo Adrián Cortés envió un centro al área por la banda derecha; Chaco Giménez le bajó el balón a Emanuel Villa y éste fusiló a Vilar para el 2-0.

Los primeros 45 minutos fueron un tormento para Vilar, quien debió soportar el grito de gol cada vez que tocaba el esférico después de su tremendo error.

Las burlas continuaron en el complemento para el guardameta, que vivió más momentos de apremio porque Cruz Azul estuvo muy cerca de incrementar su ventaja.

El argentino Crhistian Giménez festeja su golFoto Víctor Camacho

Con el 2-0 en contra Morelia salió con más intenciones de ir al frente, y aunque únicamente con el disparo de Aldrete, que desvió con ciertos apuros el portero Corona, el partido se hizo más entretenido al dar oportunidad a los de casa de recurrir al contragolpe.

Villa fue el que dejó ir las mejores oportunidades. Al 54 Domínguez le puso el balón el área sólo para que lo empujara al fondo de la red, pero Emanuel lo echó a un lado.

Al minuto 69 el contragolpe lo encabezó el Chaco y al ceder el balón a Villa, el delantero hasta se acomodó al enfrentar a Vilar, pero estrelló su remate en el poste izquierdo de la meta visitante.

Cerca del final (81), otra vez se escapó Giménez y ahora al que dejó en inmejorable posición para anotar fue a Torrado; sin embargo, el capitán cementero definió de manera infame y dejó aleteando todavía a Monarcas.

El técnico Tomás Boy reconoció que su equipo tuvo una actuación muy errática y con el primer gol perdieron confianza y ellos se animaron un poco. Agregó que Vilar es un gran arquero, con personalidad, pero errores como el de anoche suelen suceder.

Recalcó que les tocó un mal día precisamente en la eliminatoria, pero confía en la capacidad de su equipo para poder revertir.

Enrique Meza consideró tener un ventaja importante, merecida porque hicieron más que el rival, aunque dijo que era imposible estar satisfecho porque aún faltan 90 minutos y Morelia es un rival de respeto.