Edgar Cortez, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, afirmó ayer que la primera respuesta del gobierno federal no corresponde con el sentido de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, en términos de apertura y diálogo.

La respuesta, abundó Cortez, es volver a la reiteración de seguir insistiendo en lo mismo. Entiendo que hoy el presidente Felipe Calderón dio la instrucción a su gabinete de abrir las vías de diálogo que lleven a resultados tangibles.

Recordó el investigador que ya en otras ocasiones ha habido diálogo después de las marchas convocadas por la sociedad civil. Ya lo hubo en 2004, 2008 y en otras, pero ha sido infructuoso, porque no ha habido modificación de las cosas.

El presidente de la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos, Adrián Ramírez, señaló que la respuesta que dio el gobierno al término de la marcha es reiterar la declaración de guerra con la que inició su mandato. Está empecinado Calderón en que su gobierno pase a la historia como el sexenio luctuoso.

Ramírez abundó: “sí, el sexenio de Calderón pasará a ser parte de la historia como un gobierno luctuoso, porque después de la Revolución Mexicana no había habido en el país un  estado tan grave como el que hoy tenemos. Decenas de miles de muertos, ejecutados, desaparecidos, y levantones”.

Añadió Ramírez que es lamentable que el gobierno haga oídos sordos, ya no a los reclamos ciudadanos del domingo, de decenas de miles de personas demandándole cambio de estrategia en el combate al crimen organizado porque la actual no funciona, sino por los más de 40 mil muertos, los desaparecidos, los detenidos.

Subrayó que hay un reclamo de Javier Sicilia: la renuncia del secretario de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna. Si Calderón no atiende el llamado, como jefe inmediato superior, será culpable por omisión o tolerancia a la falta de cumplimiento de García Luna.

Comentó también que se debe modificar el secreto bancario, ahí está la clave de la corrupción, del lavado de dinero, del tráfico de influencias. Hay que abrir esa información para saber de dónde provienen los recursos que detentan grandes inversionistas.

A su vez, Cortez señaló que la marcha fue sumando voces poco a poco, fue un espacio y lugar donde mucha gente que no había dicho nada, que mantenía su dolor y su angustia en lo individual, hoy lo ha vuelto colectivo, para que tengamos conciencia de que los costos sociales posiblemente son más grandes de lo que habíamos imaginado.