Martes 10 de mayo de 2011, p. 25
Trípoli, 9 de mayo. Una embarcación con 72 personas a bordo fue abandonada a su suerte por militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que ignoraron solicitudes de auxilio cuando se encontraban en el Mediterráneo a finales de marzo, lo que llevó a la muerte a 61 de los náufragos frente a las costas de Libia. El organismo –a la cabeza de una misión contra el gobierno libio– negó hoy que alguna de sus naves haya tenido contacto con el pequeño barco que navegó a la deriva durante 16 días entre Trípoli y la isla italiana de Lampedusa.
La información sobre el naufragio fue difundida el domingo por el diario británico The Guardian, pero la OTAN respondió hasta este lunes a la versión recogida por el rotativo entre individuos que tuvieron contacto la embarcación y con algunos de los nueve sobrevivientes, todos ellos africanos, refugiados en Libia desde el 10 de abril.
Según los náufragos, militares de un helicóptero con la leyenda army (ejército, en inglés) y de un buque de guerra tuvieron comunicación con los 72 migrantes. De acuerdo con el reporte de The Guardian, el navío que se aproximó a los africanos fue el de la naval francesa Charles de Gaulle.
Un vocero militar francés negó la presencia del buque De Gaulle, pero The Guardian mostró evidencias de lo contrario y en respuesta el oficial declinó hacer más comentarios.
Los conflictos norafricanos elevaron a 30 mil la cifra de migrantes que han intentado llegar a Europa este año, principalmente por Italia, a unos 500 kilómetros de Libia y a 300 de Túnez. El mes pasado se perdió el rastro de 800 migrantes que zarparon de costas de África, según The Guardian, y este lunes la ONU confirmó la muerte de la mayoría de 600 migrantes cuya embarcación se volteó el fin de semana frente a Libia.