Cancún QR, 9 de mayo. La reducción de raciones alimenticias generó inconformidad entre los internos de la cárcel de Cancún, donde la semana pasada hubo un enfrentamiento entre bandas rivales que se saldó con tres internos asesinados.

Este lunes, a la hora del desayuno, un grupo de presos comenzaron a quejarse por la disminución de sus raciones. Algunos se quedaron sin comer, según se supo a las puertas de la cárcel, cuyo control disputan bandas antagónicas y la que dirige desde abril el capitán retirado Higinio Sánchez Baltasar.

Hoy cambió la empresa concesionaria del servicio de alimentación –no se dio a conocer el nombre de la nueva– y la reducción de las porciones avivó la tensión en la cárcel, cuyas crisis de semanas recientes hicieron que el alcalde perredista Julián Ricalde Magaña demandara el traslado del penal a la periferia, donde estaba antes de ser absorbida por el crecimiento de la ciudad.

Las calles aledañas al penal continúan cerradas y se mantiene una estricta vigilancia policiaca, después de los homicidios del viernes y la protesta de hace dos semanas, en la cual los internos y sus familiares repudiaron con pancartas y un plantón el recorte del horario de visitas.

En marzo de 2009 medio millar de policías federales contuvieron un motín que dejó al menos 11 reos heridos. El entonces gobernador Félix González Canto dijo que la cárcel era un lugar estratégico para la delincuencia. El director de la cárcel, Marco Antonio Mejía López, fue arraigado, como parte de una serie de medidas para la depuración total del reclusorio.

Al año siguiente el gobierno quintanarroense enfrentó una crisis debido a que asignó la ampliación de la cárcel de Cancún al empresario Luis Carlos Carrillo Cano, presunto sobrino de Vicente Carrillo Fuentes y familiar en distinto grado de otros líderes del cártel de Juárez, buscados en México y Estados Unidos.

En septiembre de 2010 fue destituido el alcaide Antonio Alberto Rojas García cuando se descubrió que uno de cinco sujetos que incendiaron el bar Castillo del Mar, en esta ciudad, fue atendido de sus quemaduras por un reo dentro del penal.

Antes del actual director de la prisión (Sánchez Baltasar), nadie quería dirigir la cárcel por los constantes hechos violentos, entre ellos el asesinato del ex policía municipal Gaspar Chimas Manzanilla, en enero pasado, horas después de su internamiento.